Tomates y camarones, todos con la misma agua
Los cultivos integrales son una opción para evitar daños a los ecosistemas. Así lo asegura el investigador Federico Páez Osuna, científico del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología de la Universidad Autónoma de México.
Mediante una investigación que desarrolla en Mazatlán (México), el científico y su equipo de trabajo buscan optimizar el uso del agua y evitar descargas de nutrientes que puedan ocasionar daños al ambiente. El experimento ha dado resultados con los cultivos de camarón y hortalizas en los cuales se utiliza agua de baja salinidad.
Un cultivo acoplado
Esta es una forma de optimizar el uso del agua y equilibrar los ecosistemas. “El cultivo integral o acoplado es una combinación de la acuacultura con la agricultura tradicional –, que permite producir dos o más cosechas de diferentes productos con el empleo del mismo líquido, explica el investigador.
Junto con sus alumnos de posgrado, el profesor Páez Osuna acertó en concluir que el cultivo de camarón en aguas de baja salinidad puede acoplarse con el de hortalizas, al menos con tomate rojo y lechuga; acoplar significa usar la misma agua para regar las verduras y cultivar el camarón”, dijo.
Más amigable con el medio ambiente
Cuando se practica la agricultura y la acuacultura de manera separada la poca sustentabilidad de los cultivos es evidente, pues se ha demostrado que cada uno impacta los cuerpos de agua receptores. Por eso el desarrollo de un tipo de cultivo más amigable con la naturaleza será mejor recibido por la sociedad.
La idea es pensar en una acuacultura cuyas descargas sean una alternativa de aprovechamiento; por eso se pensó en que las concentraciones de nitrógeno y fósforo del agua de los camarones puedan ser empleadas como fertilizantes de hortalizas. “Así, el agua se emplearía en un segundo o tercer cultivo y se evitarían daños a los ecosistemas”, concluye el investigador.
Una buena ensalada
El de camarón-tomate-lechuga es un buen ejemplo de este sistema complementario, donde se puede aprovechar más y de mejor manera el recurso hídrico y los nutrientes. A diferencia de los policultivos, en que se usa solo una parte de los desechos, en los integrales se pueden utilizar estos en su totalidad y lograr uno con cero descargas.
Aunque este tipo de acoplamiento no es una novedad, pues en Brasil hay antecedentes del cultivo de camarón-melón, es la primera vez que se hace el de camarón-tomate-lechuga.
Las ventajas de este desarrollo son:
- La reducción del uso de agua en comparación a los monocultivos.
- La eliminación del empleo de fertilizantes químicos.
- La disminución del impacto por la descarga de aguas de distintos productos.
- La obtención de dos o más productos con un buen diseño y un manejo adecuado del medio ambiente.
Una experiencia exitosa
Este trabajo denominado Cultivo integral de camarón blanco (Litopenaeus vannamei) y tomate (Lycopersicon esculentum) utilizando agua de baja salinidad y recambio cero, ha demostrado que es una estrategia viable y exitosa.
Más información
www.dgcs.unam.mx/boletin/bdboletin/2014_045.html
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