Recuerde los 8 nutrientes de oro para alimentar su cerebro

A medida que vamos envejeciendo se produce un deterioro cognitivo manifestado principalmente en una disminución del pensamiento crítico evolución puede llevar al desarrollo de demencia senil o Alzheimer, eso sí, teniendo en cuenta la predisposición genética.

La medicina natural cuenta con herramientas que contribuyen a detener este tipo de oxidación y otros propios del paso de los años.

Naturaleza para la memoria

Un estudio realizado por la organización estadounidense AARP -la cual atiende necesidades de personas de 50 años o más- y publicado en 2014 por la Revista especializada Food Technology, existen ciertos nutrientes que mantienen la salud cerebral. Entre ellos están:

1. Flavanoles del cacao: se relacionan con una mejor circulación de la sangre y salud cardíaca; favorece la memoria al reforzar la función de una parte específica del cerebro llamada el giro dentado, involucrada en la memoria relacionada remota. Los flavonoles actúan como antioxidantes que protegen el cerebro del envejecimiento causado por radicales libres.

2. Ácidos grasos Omega 3: contribuyen a la buena salud del corazón y a la salud cognitiva. Un estudio con ratones reveló que aumentan la memoria de reconocimiento espacial y de localización (recuerdos que pueden ser evocados conscientemente). Algunos alimentos ricos en omega 3 son el salmón, la linaza y las semillas de chía.

En un estudio publicado en el Journal of the American Medical Asociation (JAMA), se observó cómo unas dosis elevada de Omega 3 contribuía a mejorar capacidades cognitivas básicas como la memoria, la resolución de problemas, los conceptos numéricos iniciales y el lenguaje.

En 2005 la revista Pediatrics publicó el estudio Oxford Durham, realizado en el Reino Unido con 116 niños con problemas de aprendizaje, a quienes se les alimentó por un periodo aproximado de seis meses con dosis abundantes de Omega 3. Las pruebas demostraron que con el tiempo mejoraron su capacidad para concentrarse, el aprendizaje, sus relaciones sociales y la impulsividad.

Por su parte, en 2007 el psiquiatra norteamericano Paul J. Sorgi, aplicó 16,2 gramos de Omega 3 a un grupo de escolares, durante ocho semanas, y comprobó que había una significativa inhibición de los niveles de inatención, hiperactividad, conducta opositora desafiante y trastorno de conducta. Puede observar el siguiente video como complemento:

3. Nueces: una dieta que involucra nueces reduce los riesgos de sufrir Alzheimer y retrasa la progresión de la enfermedad. Las nueces contienen polifenoles, los cuales se asocian con una mejor puntuación en pruebas de memoria y en la función cognitiva global de personas ancianas con factores de riesgo cardiovascular. Así lo revela la investigación publicada en 2012 en el informe Predimed, el mayor ensayo de intervención nutricional con dieta mediterránea para la prevención de enfermedades cardiovasculares y otras patologías frecuentes en personas de alto riesgo.

4. Colina: juega un papel importante en la salud de las mujeres. Además es un nutriente fundamental para el buen funcionamiento del hígado. Además de favorecer los sistemas de comunicación entre el cerebro y las células del resto del organismo, previene los cambios de la química cerebral que resultan en un declive cognitivo. Una fuente importante de colina son los huevos orgánicos, el hígado, el pollo y legumbres como la soya.

El American Journal of Clinical Nutrition, publicó por segunda vez en noviembre de 2011, un estudio que sugiere que las personas con una dieta rica en colina tendrían un mejor rendimiento en los test de memoria y serían menos propensas a tener cambios cerebrales asociados con la demencia.

5. Citicolina: es una sustancia encontrada en todas las células del organismo que ayuda al desarrollo del tejido cerebral y por ende a la mejora de la memoria y la función cognitiva; fortalece la comunicación entre las neuronas y protege las estructuras nerviosas de los radicales libres. Diversos ensayos clínicos han constatado que los complementos de pueden ayudar a mantener la función cognitiva normal pese al envejecimiento. Los alimentos con buen contenido de este nutriente son la yema de huevo, el hígado, los granos de soya, la carne roja, la leche y el maní.

6. Magnesio: los suplementos de magnesio a menudo se recomiendan para aquellas personas que han sufrido contusiones graves en la cabeza. Entre los alimentos ricos en magnesio se pueden destacar el aguacate, los germinados de soya, el plátano y el chocolate oscuro (entre más oscuro mayor cantidad de magnesio).

Una investigación realizada por especialistas chinos y publicada en abril de 2014 por The Journal of Neuroscience (http://www.jneurosci.org/content/33/19/8423) indicó una cuantiosa mejora de la función cognitiva en ratones de laboratorio, luego de habérseles suministrado suplementos alimentarios de treonato de magnesio, por un periodo determinado.

7. Arándano o mora azul: se ha comprobado que estas codiciadas bayas crean un efecto antioxidante y antiinflamatorio, ya que cuentan con una alta concentración de antocianina, un flavonoide que potencia la calidad nutricional de los alimentos. El consumo moderado de arándanos podría ofrecer beneficios neurocognitivos, como un aumento de la señalización neuronal de los centros del cerebro.

Un estudio adelantado por el Hospital Brigham and Women y la Escuela de Medicina de Harvard, en Boston, partir de 1976 y sobre salud y estilo de vida, valoró la función cognitiva de 16.010 mujeres mayores de 70 años y sugirió en el año 2000 que la ingesta de arándanos mejora la memoria y retrasa la pérdida de recordación ligada a la edad (deterioro cognitivo).

8. Fosfatidilserina y ácido fosfatídico: en conjunto, pueden mejorar la memoria, el estado de ánimo y la función cognitiva en los ancianos. Algunos alimentos ricos en estos nutrientes son el hígado, la yema de huevo, las nueces y los frijoles de soya.

Aunque se ha detectado que estas sustancias han mejorado la memoria en ratones afectados por demencia, no existen estudios confirmatorios sobre el mismo efecto en humanos.

“La ciencia se ha encargado de confirmar en muchas oportunidades que la alimentación influye en la forma como envejece el cerebro”, afirmó en su momento la científica Rhoda Au, de la Escuela de Medicina de Boston University.

Más información
http://www.muyinteresante.com.mx/preguntas-y-respuestas/15/04/23/nutrientes-que-previenen-envejecimiento-cerebro
www.aarp.org/espanol

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