Autora: Dra. Gilma E. Garrido

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Categoría: Biotendencias

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Menopausia, una etapa normal

Menopausia, una etapa normal

La perimenopausia y la menopausia es una parte natural del proceso de envejecimiento y se refiere al momento de la vida de la mujer en la que deja de tener menstruación. Se define como:

  • Menopausia: ausencia o cese de la menstruación por un período de 12 meses consecutivos, sin patología evidente y secundaria a una falla en la función de los ovarios.
  • Menopausia precoz: antes de los 40 años.
  • Menopausia temprana: antes de los 45 años.
  • Perimenopausia: período en el que se presentan trastornos del ciclo menstrual cambios endocrinos, el cual va desde unos años antes de la menopausia hasta un año después del período menstrual final.

La menopausia puede cursar con síntomas vasomotores denominados sofocos, sequedad vaginal y dispareunia, cambios del estado de ánimo, trastornos del sueño, aumento de peso sin explicación, meteorismo, cefalea y mastalgia. También puede
haber aumento de la alcalinidad de la orina, provocando cambio de la microflora bacteriana, con prurito en la vaginal y flujo con un olor fuerte. Durante la menopausia baja la concentración de estradiol lo que origina sequedad vaginal, disminución de la densidad mineral ósea, pérdida de la elasticidad de la piel, y modificación de la composición de las mamas con incremento del tejido adiposo.

Antes del 2002, el uso de la terapia hormonal convencional estaba generalizado para todas las mujeres con síntomas. A partir de ese año, con la publicación del estudio WHI en la revista JAMA, que advirtió sobre riesgos del uso generalizado de los
preparados hormonales, se cambió el enfoque y se alertó sobre el uso individualizado que debe darse a la Terapia hormonal, teniendo en cuenta el balance de la relación riesgo-beneficio para cada paciente.

La North American Menopause Society (NAMS), en su última declaración sobre el empleo de Terapia hormonal, indica que la evidencia respalda su uso en la mujer posmenopáusica para tratar los síntomas relacionados cuando los beneficios de dicho
tratamiento superen los riesgos; es decir, antes de iniciar un tratamiento convencional con terapia hormonal deben ser considerados juiciosamente los riesgos y beneficios.

Estos riesgos se refiere a los relacionados con enfermedades que padezca la paciente, como hipertensión arterial, eventos coronarios, accidente cerebro-vascular, fenómenos tromboembólicos, cáncer de mama o de endometrio, antecedentes de
cáncer de mama en familiares en primer grado de consanguinidad, dislipidemia, osteoporosis, entre otros.

La medicina biorreguladora brinda un manejo integral de la paciente, porque, además de tratar los síntomas con muy buenos resultados, permite realizar una regulación fisiológica del organismo; de esta manera, se regulan los sistemas endocrino, inmune, nervioso y emocional. Es lo que se conoce hoy en día como medicina de regulación fisiológica (physiological regulating medicine).

Del mismo modo, la medicina biorreguladora puede ofrecerse a todas las mujeres independientemente de su condición clínica o antecedentes patológicos, incluyendo los fenómenos tromboembólicos. Hay múltiples opciones como terapia vía
intravenosa, oral y tópica con medicamentos biorreguladores. El medicamento y la dosificación se determinan de acuerdo a la historia clínica de cada paciente.

Más información:
Centro de Medicina Biológica y Estética Gilma E. Garrido
Dirección: Calle 121 No. 7A–07
Teléfonos: 629 0391 / 213 3724
Celulares: 318 – 330 9083 / 315 – 346 2316
Correo electrónico: contacto@gilmaegarrido.com

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