¡Me duelen las piernas tras la caminata!

Las largas jornadas de compra que se desarrollan por estás época buscando ‘el regalo ideal’, logran ‘agotar a los músculos de las piernas y provocar un cansancio de tal estilo que, la recomendación de la abuela al sugerir elevar las extremidades inferiores para aliviar el dolor, se convierte en una acción placentera y reconfortante que elimina todo malestar corporal.

Científicamente a este cansancio en las piernas se le denomina  claudicación, un síntoma que se caracteriza por el dolor en típico en la masa gemelar que aparece tras caminar una distancia y que se recupera con el descanso. “Es un síntoma clásico de insuficiencia arterial y se produce por la falta de oxígeno del músculo que se produce cuando al hacer ejercicio -caminar- no se le aporta todo el oxígeno que el músculo necesita”, asegura Diego Fajardo, médico vascular.

¡Ojo! puede complicarse

Si el dolor continúa a pesar del descanso, puede ser un marcador muy importante de arterioesclerosis avanzada, y es precisa una valoración exhaustiva con el médico vascular quien recomendará el mejor tratamiento, este puede oscilar entre tratamientos poco invasivos como el control de factores de riesgo y medicación o técnicas endovasculares y, más invasivos como los procedimientos quirúrgicos.

Acuda a la medicina natural

Antes de que ‘la cosa se complique’, usted puede optar por remedios caseros que le ayudarán a recuperar la salud de sus piernas. Estas necesitan unos cuidados especiales para favorecer la circulación, evitar la pesadez y otras molestias que aparecen tras los largos recorridos a pie y al final del día cuando llega a casa.

Plantas medicinales: la mayoría de estas contienen   flebotónicos, unos compuestos naturales con actividad tonificante en venas y capilares. Son efectivos tanto para mejorar los síntomas como para frenar su evolución. Pueden ser administrados en forma de gel y crema sobre las piernas o bien ingeridos en forma de preparados farmacéuticos naturales.

Entre todas esas plantas medicinales, la Vid Roja se  destaca por el gran número de estudios publicados avalando su eficacia; contiene antocianósidos (flebotónico) con acción venotónica, vasoprotectora que tonifican las venas, mejorando la sensación de piernas cansadas, las varices y la circulación sanguínea en general.

Ejercicio físico: caminar es beneficioso casi para todo, pero para el tema que nos ocupa es fundamental, porque andar es la manera más fácil de poner el sistema circulatorio en marcha.

Medias de compresión: con ellas se aprietan suavemente las piernas para que la sangre circule hacia arriba. Esto ayuda a prevenir la hinchazón y evitar los coágulos de sangre. Solicite consejo a su médico naturista sobre cómo usarlas.

Masajes: la presoterapia y el drenaje linfático son los más adecuados para atenuar los problemas de circulación. Su aplicación en el campo de la belleza y la salud sirve para ayudar a eliminar la retención de líquidos. En el caso de la presoterapia se aplica presión de aire sobre las extremidades, mediante la aplicación de bolsas o botas que realizan una compresión gradual. Este bombeo mecánico activa y mejora la circulación sanguínea y linfática, siendo un tratamiento muy beneficioso.

Con el drenaje linfático se desbloquean los mecanismos de desagües y de limpieza del organismo, que son los canales, vasos y nódulos linfáticos. Con ello se consigue eliminar aquellas sustancias tóxicas y líquidos, que producto del sedentarismo, obesidad y otras enfermedades se ven imposibilitadas de ser totalmente eliminados del organismo, provocando en el caso de las piernas por ejemplo, edemas, hinchazones, cansancio y dolor.

Además de seguir estos consejos, es imprescindible evitar la ropa ajustada, los tacones, el tabaco y el sobrepeso: cuatro enemigos de la circulación, puesto que dificultan que la sangre fluya con facilidad.

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