Dile adiós a la dieta
Sea por razones de salud o buscando cambiar nuestra imagen, todos hemos intentado hacer dieta alguna vez. Por eso sabemos lo difícil que es seguirla y mantener el peso perdido.
Acá le decimos NO a la dieta.
Las dietas tienen fecha de caducidad y no tienen buenos resultados a largo plazo. El verdadero éxito se logra haciendo pequeños y continuos cambios en nuestro estilo de vida. Con esto muchos creerán que nunca volverán a comer rico. Pero ¡no es así!
Debemos ajustar nuestra alimentación a nuestros requerimientos según nuestra edad y actividad física. De jóvenes sentimos que podemos comernos todo lo que queremos y no engordamos. Lamentablemente, con el tiempo, engordamos sin darnos cuenta ¡a pesar de seguir comiendo lo mismo! Es muy sencillo, de niños nuestros cuerpos utilizan gran parte de la energía en crecer y desarrollarse, sin mencionar todas las horas que jugamos en el parque. Hoy pasamos la mayor parte de nuestro tiempo sentados en un transporte o sentados en la oficina, entonces no estamos usando la energía que comemos ni para crecer ni al movernos… la guardamos y nos engordamos.
Estas son los primeros cambios que proponemos hagas a la hora de comer. ¡Verás gratos resultados!
- Al desayuno, ¡deja la leche achocolatada! ¿Haz visto cuantas calorías, azucares y grasas contiene?
Mejor acompaña tu desayuno con té o café, de preferencia sin leche y sin azúcar. - Toma media mañana. Así evitas la ansiedad del hambre a la hora del almuerzo y no comes de más. Intenta que siempre sea una fruta. Pero recuerda: el consumo de fruta debe ser en fruta, no en jugos. Cuando comemos la fruta entera estamos comiéndonos la fibra y disfrutamos de su sabor natural. Cuando preparamos jugos licuamos toda esa fibra y consumimos únicamente el azúcar de la fruta, sin contar la cantidad de azúcar que adicionamos para darle más sabor al jugo.
- Para el almuerzo modera tus porciones. Esto no significa quedar con hambre, significa comer las cantidades adecuadas de cada grupo. Es común que un almuerzo tenga carne, arroz, papa y tal vez un poco de ensalada. Lo ideal sería que la proteína fuera del tamaño de tu mano, y consumiéramos toda las verduras que quisiéramos. También podemos incluir las harinas ¡pero sólo una! y máximo del tamaño de la palma de tu mano. Escoge la que más te guste, no necesitamos arroz, plátano y papa a la vez.
- A media tarde muchas veces necesitamos ese último empujón de energía para poder terminar el día. Por eso, es el momento ideal del día para consumir frutos secos. Por su gran aporte calórico consume sólo un puñado, lo que te quepa en la mano al cerrarla. Son una excelente fuente de vitaminas y grasas saludables que ciertamente te llenarán de energía.
- A la hora de la cena, ya la última comida del día, disminuye el tamaño de las porciones. En la noche ya vamos a dormir, por lo que no necesitamos tanta energía, lo que significa que no necesitamos tanta comida. Opta por pequeñas cantidades de proteínas y esta vez deja a un lado las harinas y los dulces.
Más información:
Centro de Medicina Biológica y Estética Gilma E. Garrido
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