Del azúcar y la estevia
Más de 220 millones de personas en el mundo sufren de diabetes provocada, en gran medida, por consumir azúcar. Frente a este crítico panorama, surge la estevia como un endulzante esperanzador.
Los niños americanos prototipo, con más de 90 kilos de peso, que ingirieren hamburguesas de doble carne, bañadas en salsa de tomate, mayonesa y mostaza, al lado de brownies, helados y gaseosas, se han multiplicado como virus en el mundo.
Muchos de ellos, al llegar a la adultez, se convierten en consumidores compulsivos de golosinas y, por ende, desarrollan una especie de adicción al azúcar, similar a la del cigarrillo, alcohol, el sexo o el juego.
Para ver este problema en perspectiva, es necesario saber que a finales del siglo XVIII cada habitante del planeta consumía de 1 a 2 kilogramos de azúcar al año; dos siglos después, subió a 38; y la más reciente medición del siglo XXI, hecha en Estados Unidos y Canadá, habla de 46 kilogramos por persona.
Semejante cantidad de azúcar en el torrente sanguíneo de la población en general, llevó a la Organización Mundial de la Salud (OMS) a revelar que este hecho, sumado al sedentarismo, el estrés y la mala alimentación, han conseguido que unos 220 millones de seres humanos de todas las edades padezcan hoy algún tipo de diabetes. Su número se podría duplicar hacia el año 2030, si la situación continúa al mismo ritmo.
Dulce veneno
“El azúcar es un veneno dulce y sabroso, pero lento y seguro”, afirma Sergio Guerrero, médico endocrinólogo de la Universidad Nacional, miembro de la Asociación Colombiana de Endocrinología.
Este especialista explica que el azúcar blanca o morena, la panela, los dulces y los carbohidratos favorecen la aparición de trastornos de orden metabólico que llevan a la elevación de la glucemia, del colesterol malo y de los triglicéridos.
Así mismo, taponan las arterias, reducen la concentración del colesterol bueno y propician el desarrollo de enfermedades como diabetes mellitas tipo II, hiperlipidemias mixtas arterogénicas, arterioesclerosis, enfermedad arterial, hipertensión arterial, accidentes cerebro-vasculares y enfermedades coronarias.
Bruno Kleiner, autor de El azúcar o la vida, le atribuye al endulzante desórdenes psíquicos como la pérdida de potencial intelectual, depresión, neurosis y fobias, y desórdenes emocionales como la ansiedad, estado violento y estado suicida.
En su investigación, este especialista aclara que el organismo sí requiere de la glucosa, pero aquella que está presente en las legumbres, ver duras y frutas cuya absorción es diferente a la del azúcar refinada.
El azúcar, además, consume el calcio de los huesos, uñas y cabello y las vitaminas del complejo B depositadas en el sistema nervioso, generando así desmineralización del cuerpo, caída del cabello y estado nervioso alterado.
Buenas noticias
Por fortuna, y gracias a los estudios de la medicina biológica, se ha descubierto que existen alternativas naturales, sanas y sin efectos nocivos para la salud, que pueden contrarrestar en gran medida el problema del consumo del azúcar.
Este es el caso de la estevia, una planta originaria de Paraguay y Brasil, de cuyas hojas se extrae el endulzante que puede cumplir la misma función del azúcar refinada, sin aportar calorías al consumidor ni consecuencias adversas. Esta planta llegó a Colombia en la década de los 90 y hoy, la industria concentrada en su procesamiento y distribución ya tiene su propia cámara gremial.
Luego de ser procesada, las hojas de la estevia son 30 veces más dulces que el azúcar; la solución acuosa 70 veces más; y el extracto unas 200 veces más. Es ideal para los diabéticos, ya que regula los niveles de glucosa en la sangre, y al parecer lo mismo puede lograr con la insulina, gracias a esto el organismo almacena menos grasa.
La literatura universal sobre la estevia reitera que es aconsejable para perder peso, ya que reduce la ansiedad si se toman de 10 a 15 gotas 20 minutos antes de las comidas.
“Es un hipotensor suave (baja la presión arterial demasiado alta); es moderadamente diurético, mejora las funciones gastrointestinales; y puede ayudar en los procesos de desintoxicación de tabaco y alcohol, ya que el té de estevia reduce el deseo compulsivo por estos dos tóxicos. Así mismo, previene e inhibe la reproducción de bacterias y organismos infecciosos, y mejora la resistencia frente a resfriados y gripes”, asegura Josep Vicent Arnau, naturópata y acupuntor.
Hasta para las arrugas
Su té aporta minerales como el fósforo, fibra, proteínas, hierro, calcio, potasio, zinc, vitamina A y C, mientras que aplicada como una mascarilla produce estiramiento y suavidad de la piel, tensa surcos faciales y ayuda en la cura del acné, la seborrea, la dermatitis y el eccema.
Entre las empresas más desarrolladas en el país, están BioStevia, Agro Stevia, que la cultiva en los Llanos Orientales, Funat y Laboratorios Natural Freshly.
La medicina biológica señala que la estevia resulta ser, por ahora, la más efectiva opción para cortar de raíz el nivel de toxicidad que nos aporta en forma recurrente el azúcar, cada vez que lo consumimos.
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