‘Cultivando’ agricultura urbana
Aunque se trata de un concepto relativamente nuevo en Colombia, la agricultura urbana es una modalidad con mucha tradición especialmente en Asia y Europa con la cual se busca aprovechar los espacios reducidos y la recursividad.
Cultivos ciudadanos
La agricultura urbana es la producción de alimentos a pequeña escala dentro de los confines de las ciudades:
- Los patios
- Las terrazas
- Los huertos comunitarios
- Espacios públicos no aprovechados.
- Invernaderos urbanos
Las cosechas de la agricultura urbana son tan diversas como los de la agricultura rural. Se concentran sobre todo en los cultivos que:
- No requieren grandes extensiones de tierra
- Pueden sobrevivir con insumos limitados
- Son con frecuencia perecederos.
Por eso, en las ciudades pueden verse:
- Frutales y hortalizas
- Alimentos de primera necesidad (yuca, maíz, frijoles y hortalizas, por ejemplo).
- Nueces
- Hierbas
- Especias
Varios factores han contribuido a despertar un interés creciente por la agricultura urbana durante los últimos años:
- La creciente urbanización de los países en desarrollo.
- El deterioro de las condiciones de la población urbana pobre.
- Las guerras y catástrofes naturales que perturban los suministros de alimentos procedentes de las zonas rurales.
- La degradación ambiental.
- La falta de recursos que provocan una escasez alimentaria todavía mayor
- El movimiento en favor de la sostenibilidad comunitaria.
Ventajas del cultivo:
- Bajo costo en la producción de los alimentos.
- Óptimo sabor de los alimentos.
- Buena producción de alimentos para el consumo regional o local.
- Adecuada fuente de trabajo para los pobladores locales.
- Propicia la economía agraria de la localidad.
- Sirve como ayuda económica a las familias a través del comercio de hortalizas.
- Fomenta el trabajo de los conductores de transporte agrícolas de una comunidad.
- Propicia un ambiente sano porque las plantas reciclan el monóxido de carbono y lo convierten en aire puro.
- Promueve el comercio de frutas tropicales.
- Promueven el comercio de materia prima.
Caso de éxito
Como parte de la cátedra de ciencias naturales del Colegio Distrital Eduardo Umaña Mendoza, estudiantes y docentes promueven este tipo de cultivo en la institución educativa. Allí la comunidad encontró esta novedosa forma de producir alimentos orgánicos a bajo costo y de calidad.
“Hemos producido papa, legumbres y hortalizas para el consumo de los estudiantes y para la venta a los padres cuando tenemos las entregas de boletines”, afirma Lida Carrillo, docente de la institución.
Los estudiantes utilizan residuos de cocina como cáscaras de papa, plátano o frutas, además un poco de tierra para fabricar los abonos; a su vez, los contenedores que se utilizan pueden ser botellas de gaseosa o tarros de aceite.
Para Diego Gutiérrez, coordinador técnico de Agricultura Urbana del Jardín Botánico, este proyecto responde a la problemática de seguridad alimentaria de Bogotá.
“En la capital colombiana actualmente se desarrollan más de mil proyectos de este tipo, en los cuales participan colegios oficiales y privados, instituciones de educación superior y entidades en toda la ciudad, que buscan generar conciencia ambiental frente al manejo de residuos sólidos y un cambio en los hábitos alimenticios de las personas, pues ésta es una forma higiénica y segura de producir y consumir”, concluye Gutiérrez.
Más información
www.fao.org
www.sedbogota.edu.co
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