Una travesía para ‘alimentar corazones’

Una pareja colombo-venezolana recorrió 30 mil kilómetros en 10 países realizando donaciones representadas en juguetes, ropa, alimentos, talleres recreativos y charlas de motivación. Ellos dejaron a su paso un mensaje de amor y paz, mientras se transportaban en su camioneta Kombi modelo 74. Esta es la historia.

Un año de aventura

El sueño de esta pareja empezó el primero de mayo de 2013; fue el sueño de un recorrido conociendo lugares y personas y viviendo la naturaleza “tal como Dios la dispuso”. Pero más allá de esta motivación, un año de recorrido ‘Alimentando Corazones’, nombre de la fundación creada por  Rudolph Arias y Luisa Manrique, los dos jóvenes de 30 y 27 años que emprendieron esta aventura, les permitió dejar su esquema de vida  tradicional, unirse al movimiento de viajeros por el mundo y cumplir la misión de llevar ayuda a  niños y ancianos de todos los lugares a los cuales arribaron.

Los 10 países que recorrieron fueron: Colombia, Venezuela, Brasil, Paraguay, Uruguay, Argentina, Chile, Bolivia, Perú y Ecuador. Más de 30 mil kilómetros a través de los cuales llevaron su mensaje sobre la realización de los sueños y entregaron sus donaciones a las personas más necesitadas que encontraron en su camino.

Además, hicieron visibles estas comunidades, gracias al registro sobre su periplo hecho por los medios de comunicación y a la documentación que ellos mismos realizaron (fotografías, videos y escritos), kilómetro a kilómetro,  en su página de internet y su cuenta de Facebook.

Tras cumplir con su primer recorrido, de muchos que tienen planeados, Rudolph Arias, canadiense de nacimiento pero criado en Puerto Ordaz (Venezuela), y Luisa Manrique, diseñadora de modas bogotana, llegaron a la capital de Colombia montados en su vieja camioneta de la marca alemana Volkswagen, la cual antes de emprender el viaje fue convertida en casa. En ella vivieron todo este año de recorrido que ahora termina en Bogotá.

Donando y recibiendo

Para el desarrollo de esta misión, los fundadores fueron donando parte de sus ingresos procedentes de la venta de diferentes artículos artesanales que ellos mismos elaboran y de prendas de vestir; también recibieron donaciones de cientos de personas durante la travesía.

A lo largo de ella lograron dar alimento a más de mil personas entre niños y ancianos, principalmente. Otro de los objetivos marcados por estos viajeros fue darle a entender a las comunidades que visitaban que “todos los sueños en la vida se pueden realizar y que nunca hay que dejar de hacer lo que nos apasiona en vida”, expresaron en algún momento ante los medios.

El recorrido de Rudolph y Luisa con la bandera de Alimentando Corazones incluyó talleres de motivación, jornadas recreativas en escuelas, colegios y entidades que enteradas de su labor, los invitaron a compartir su mensaje.

Así nació el sueño

“Somos personas como muchas otras, cuyo día a día se basaba en trabajar duro, comprar una casa, un buen carro y luego retirarse; hasta que nos dimos cuenta de que la vida debe tener otro sentido y ser apreciada desde otro punto de vista”, aseguró Rudolph.

“Entendimos que nuestro propósito en la vida es conocer otros lugares y apreciar la naturaleza tal como Dios la hizo y de esta misma manera dejar a un lado todos los aspectos materiales a los que estábamos tan aferrados”, complementa Luisa.

Consideran que existen muchas personas que requieren ayuda y mucho amor. Por eso decidieron vivir este último año a partir de otro concepto, aportando en su recorrido un grano de arena a las personas que visitaron en su camino.

Rudolph y Luisa, antes financiero de profesión y diseñadora de modas, respectivamente, están decididos a continuar con su iniciativa llevando un mensaje de motivación para otras personas que desean realizar este u otro tipo de sueño.

En Bogotá esperan permanecer dos meses preparando su nueva ruta ‘Alimentado Corazones’ que los llevará en principio hasta México.

Más información
www.alimentandocorazones.co