Tips para que sus oídos no sufran durante los vuelos

Al iniciar el viaje de vacaciones en avión es importante revisar cómo se encuentra la salud de nuestros oídos, pues es factible que el dolor o las molestias los ataquen en las alturas, justo cuando nos disponemos a disfrutar del descanso.

Para que los cambios de presión al volar no causen problemas en los oídos, el otorrinolaringólogo Constantino Morena, recomienda:

1. Evitar subir al avión en estado gripal o con congestión nasal exacerbada, si no es posible cambiar el medio de transporte, con anticipación se debe tomar el medicamento antihistamínico o vasoconstrictor nasal. Si son naturales, mucho mejor. Consulte con su médico biológico de confianza.
2. Prescindir de volar si recientemente ha sido sometido a una cirugía en los oídos.
3. Regular la presión al inicio del viaje. Bostece, haga movimientos de mandíbula o masticado antes del despegue y del aterrizaje. En los niños pequeños se recomienda el uso del chupete o el biberón.
4. Tomar aire, tapar la nariz y la boca y soplar es un ejercicio que sirve para nivelar la presión de los orificios auditivos, ventilar los conductos internos y lograr mantenerlos destapados.
5. Mantener su estado de atención en alerta. No duerma durante el aterrizaje, pues durante el sueño el mecanismo de deglución está ralentizado, lo que contribuye a incrementar la presión en los oídos.

Lo que sucede
Cuando se presenta dolor de oído mientras se está en las alturas, la principal causa se deriva de una descompensación o cambios de presión que afectan las cavidades de aire del organismo (oídos, senos paranasales y pulmones). A esto se le denomina barotrauma y suele manifestarse con los siguientes síntomas:

• Leve sordera.
• Escucha de ruidos graves.
• Ruptura del tímpano, sangrado y vértigo, en los casos más graves.

Lo importante, según el doctor Morera, es el cambio de volumen del aire al cambiar la presión. “Cuando sube la presión, el volumen del aire en el oído se expande y cuando baja se contrae. Durante el vuelo la cabina del avión está presurizada, es decir, mantiene una presión constante equivalente a 1.500 y 2.500 metros de altitud, con esta altitud el aire se expande y ocupa más volumen, evitando el dolor de oído”, explica el especialista.

El médico también expone que “la mayor parte de los problemas se producen al aterrizar porque si se baja de prisa, ese cambio brusco de presión hace que el aire del oído sufra un cambio brusco y que el tímpano se desplace hacia adentro y se tensione”.

Por lo general el barotrauma se resuelve de forma espontánea, de no ser así, siempre será necesaria la visita al médico especialista.

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