Sus hijos pueden ser víctimas del estrés tóxico. ¡Cuídelos y prevenga!

Adultos con enfermedades cardiovasculares, cáncer, asma, depresión, trastornos en la conducta y el aprendizaje, seguramente fueron niños, niñas y adolescentes que experimentaron estrés tóxico.

Eventos que intoxican

Cuando el estrés tóxico aparece es la respuesta psicológica y fisiológica ante una amenaza o sensación de incertidumbre.

El estudio “Las experiencias infantiles adversas y las consecuencias del trauma para toda la vida” publicado por la Academia Americana de Pediatría (AAP), clasifica el estrés en tres tipos de respuestas: positiva, tolerable y tóxica como efectos de los sistemas del cuerpo a la reacción de un evento estresante o la experiencia misma.

Contrario a la creencia que relaciona la aparición de enfermedades por la agitada vida de los adultos, la investigación comprobó que el estrés tiene su origen desde la niñez y genera predisposición en la edad madura a sufrir enfermedades crónicas y de comportamiento.

El estrés tóxico, es considerado por los especialistas como un problema de salud pública capaz de generar en los niños:

• Respuestas tóxicas con efectos negativos sobre su aprendizaje, su conducta y su salud.
• Angustia generalizada por afrontar, sin apoyo adecuado de un adulto, una frecuente, fuerte y prolongada adversidad, como el abuso físico o emocional, exposición a la violencia, cargas acumuladas de problemas económicos familiares, entre otros.
• Deficiencias en su desarrollo neurológico y físico por estar expuestos a la adversidad en altas dosis desde una temprana edad.
• Alteraciones en el área del placer y recompensa en el cerebro, los impulsos y la función ejecutiva, crucial para el aprendizaje.
• Perturbaciones en el desarrollo del cerebro, debilitar otros sistemas de órganos y aumentar el riesgo de enfermedades y deterioro cognitivo en la edad adulta.

En nuestro país, la Sociedad Colombiana de Pediatría ha entendido que el estrés tóxico y factores que parecen lejanos a la salud de los niños, pueden ser la clave para algunos de los problemas de salud pública más difíciles de nuestra generación.

3 opciones de medina para sanar desde la infancia

Existen tratamientos naturales para controlar el estrés que pueden aplicarse a los niños sin generarles efectos secundarios. Entre ellos están:

Terapia biorreguladora: medicamentos a base de sustancias, que por medio de agradables gotas y cuyas presentaciones en forma de comprimidos que se disuelven en la boca, son divertidos y llamativos para que gusten a los niños; les ayudan a controlar los trastornos del sueño, el agotamiento y la inquietud diurna, los relaja y les quita la sensación de nerviosismo.

Acupuntura: aunque muchos chicos temen a la agujas, las sensibilidad a este tratamiento depende también de la tranquilidad que los padres transmitan. Este procedimiento mejora el estado anímico de los niños, les es útil para tener un sueño placentero y reconfortante y, recomponer los ciclos biológicos naturales en la infancia.

Nutrición Integrativa: un niño que se alimenta bien, es un menor que vive feliz. La nutrición integrativa es una dieta antinflamatoria natural que se caracteriza por generar un mejor estilo de vida de acuerdo con alimentos específicos como pescados azules y fuentes vegetales de omega 3 como son las semillas o las algas.

Ayuda también a mejorar la sintomatología y efectos colaterales de los tratamientos para enfermedades crónicas.

Más información

5 beneficios de la acupuntura infantil
La dieta integrativa. La dieta que tu salud necesita. Elisa Blázquez Blanco. Ediciones i.

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