Si es adicto al sol, esta información le interesa

Conteste este breve cuestionario y reconsidere sus hábitos respecto a la exposición solar.

• ¿Abandono las actividades cotidianas para ir ansiosamente a camas solares o a tomar sol?
• ¿Logra adquirir el bronceado que sueñas o siempre siente que le gustaría tener más color?
• ¿Cree que el tener un color de piel más bronceado le permite hacer más amistades y relaciones?
• ¿Piensa que el estar muy bronceado es signo de salud y energía?
• ¿Le gustaría estar bronceada todo el año?
• ¿Está bronceada todo el año?

Si las respuestas fueron positivas, es seguro que usted sea un adicto al sol, pero ¡cuidado! Porque puede estar desarrollando una adicción denominada tanorexia.

¿Tano… qué?

Tanirexia. Se trata de una patología que aumenta las posibilidades de sufrir cáncer de piel porque quien lo padece es capaz de tomar sol varias veces al día sin una protección adecuada.

Además, repercute en el ánimo y puede derivar en trastornos más graves de la conducta.

Datos de la Organización Mundial de la Salud estiman que en 2013 fueron diagnosticados unos 77.000 casos nuevos de melanoma, solo en Estados Unidos, un cáncer cutáneo muy agresivo, causado, en la mayoría de los casos, por exposición a las radiaciones ultravioletas.

Además un estudio publicado en marzo de 2014 en la Revista de la Academia Americana de Dermatología, del que participaron más de 500 estudiantes universitarios muy tomadores de sol, mostró que más del 30% de los encuestados tenía dependencia al bronceado y que el 12% presentaba signos de dependencia problemática. En los dos casos, las personas mostraban, en sus conductas, características de tipo obsesivo-compulsivo y tenían una distorsión de la imagen corporal (dismorfofobia). A su vez, en algunos casos, se los asociaba con aumento del riesgo de cometer abuso de alcohol, drogas o cigarrillo.

Adicción por estar bronceado

Esa necesidad compulsiva por tener la piel canela todo el tiempo, lleva a muchas personas a exponerse a los rayos solares sin justa causa y aunque el público en general conoce los daños potenciales del sol y de la cama solar, muchos continúan bronceándose intencionalmente y logran:

• Pasar horas tomando sol al aire libre o en cabinas de rayos UV para poder lograr el ansiado color cobre.
• Tomar el sol sin las medidas de precaución adecuadas, como el uso de protector solar, gorra y evitar las horas en que hay mayor intensidad de radiación nociva para la piel.
• Estar expuestos a contraer cáncer de piel, a pesar de ser uno de los cánceres más evitables.
• Derivar en algunas afecciones psicológicas.

Cuidados a ‘flor de piel’

Para el cuidado de la dermis, es fundamental:

• Respetar los horarios de exposición solar (no hacerlo entre las 11 y las 16.00 horas).
• Aplicar siempre el protector solar indicado por el dermatólogo, media hora antes de exponerse, y renovarlo cada hora y media a 2 horas.
• Recurra al especialista (dermatólogo o psicólogo) cuando sienta que ese sol está “demasiado caliente”, y detecte si se trata de esta patología que puede llegar a tener un desenlace fatal.

Más información
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