Revise las calorías tras las festividades y ¡cuídese!

Ser conscientes de lo que comimos es útil para ganar salud después de las fiestas de fin de año. El catedrático de Nutrición y Bromatología Jordi Salas-Salvadó consideró en una entrevista que concedió a EROSKI CONSUMER en mayo de 2012 que uno de los principales «males alimentarios» que padece nuestra sociedad es que no pensamos lo que comemos.

Al respecto, recomendaciones de la Asociación Americana del Corazón para estas fiestas coinciden con el punto de vista del profesor Salas-Salvadó, ya que apuntan que, cuando prestamos atención a lo que ingerimos, podemos realizar pequeños cambios que marcarán a medio-largo plazo una gran diferencia sobre nuestra salud.

Por eso las fiestas no solo las decembrinas, sino en general, deben ser una temporada perfecta para:

• Mejorar la salud a través de la alimentación.
• Predicar con ejemplo mientras hacemos ejercicio.
• Demostrar a nuestros familiares y amigos que podemos disfrutarlas sin necesidad de recurrir al alcohol o al tabaco.
• Prevenir, las nefastas consecuencias de seguir un estilo de vida poco saludable.

4 consecuencias de las calorías en exceso

El consumo de calorías puede tener repercusiones negativas sobre la salud, principalmente cuando en las festividades, de forma consciente o inconsciente, nos damos atracones de comida. Por lo general las comidas festivas, además de abundantes, no siempre son del todo saludables y vienen acompañadas del consumo de bebidas alcohólicas, que también contienen calorías. Por ello, en estas fechas, es importante prestar especial atención a nuestros hábitos dietéticos y evitar estas cuatros consecuencias negativas si seguimos una dieta inadecuada.

1. Más episodios cardiovasculares
Las muertes relacionadas con el corazón aumentan un 5% en la temporada de fiestas de fin de año, así lo revelan estudios publicados en 1998, 1999 y 2004, y lo confirma un análisis publicado en 2010 en la revista Social Science & Medicine. Una de las razones es que las calorías excesivas de los menús de fin de año se acompañan de una alta cantidad de «nutrientes confictivos»: grasas saturadas, grasas trans, azúcares y sodio (la sal).

2. Dejan medio kilo de más
Tener muchos alimentos delante impide controlar la cantidad que comemos y tendemos a ingerir por encima de nuestro apetito, por lo tanto, nos enfrentamos a comidas copiosas cocinadas con tanto amor como calorías. Esto se traduce en que comenzamos el año con más peso. Si bien es fácil encontrar datos que apuntan que solemos ganar más de dos kilos en Navidad, lo cierto es que la cifra es menor: medio kilo. No obstante, esos 500 gramos (que mantendremos el resto de año), son motivo de preocupación para los expertos en salud pública, porque nuestras tasas de obesidad no cesan de aumentar.

3. Empachos y digestiones pesadas
La Sociedad de Cirugía Vascular (Society for Vascular Surgery), con sede en Chicago, declaró en 2011 que, en estas fechas, «las salas de emergencias de los hospitales se llenan de invitados demasiado hartos». Como es lógico, si nos excedemos con la cantidad de calorías que ingerimos, nuestra digestión se resentirá, ya que nuestro sistema digestivo tiene una capacidad y funcionalidad limitadas. La sensación de pesadez, dolor estomacal, ardor, acidez, e incluso, vómitos, no son nada agradables y ello no solo es fruto de las comidas copiosas, sino también de las bebidas.

4. Exceso de alcohol en las fiestas, innumerables riesgos
En la mayoría de reuniones es frecuente beber alcohol. Tal y como apunta un estudio de Vidal-Infer y colaboradores, «dentro del grupo es permisible beber más que los demás, pero nunca beber menos». El consumo de alcohol puede generar el síndrome cardiaco festivo, relacionado con los eventos cardiovasculares. Al consumo de alcohol le suele acompañar la resaca y aumentan el riesgo de padecer obesidad. Así lo señala una reciente publicación en la revista European Journal of Clinical Nutrition.

Estos modelos de nutrición deben revisarse antes y después de la ingesta de comidas y bebidas festivas. De usted depende, en inicio, controlar sus impulsos alimenticios y cuidar su salud.

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