Rechazo a los delitos contra el medio ambiente

La caza furtiva para el comercio de marfil, la tala ilegal de árboles, la sobreexplotación de los recursos pesqueros y el tratamiento ilegal de residuos electrónicos son las acciones criminales que más impactan el medio ambiente.

Estos delitos contra los recursos naturales generan negocios cercanos a los 20.000 millones de dólares al año (unos 15.000 millones de euros), lo que los convierte en la cuarta actividad ilegal más importante detrás del tráfico de drogas, de personas y de armas.

Así lo revelaron representantes de la Interpol y del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) en Nairobi, donde se celebró una reunión entre ambos organismos para impulsar la lucha contra este tipo de delitos.

«Miles de millones robados a los recursos naturales de cada país, se emplean para financiar el terrorismo y el crimen organizado a escala global”, explicó Jean-Michel Louboutin, director ejecutivo de Servicios Policiales de Interpol.

La pesca ilegal

La pesca no declarada captura cerca de 25 millones de toneladas cada año, lo que equivale al 20% de las capturas a nivel mundial. En algunos casos, como el de la costa del este africano, este índice se eleva hasta el 50%. Datos de la Organización para la Agricultura y la Pesca (FAO) alertan que:

• El 52% de los recursos marinos mundiales se encuentran plenamente explotados.
• El 16% está sobreexplotado.
• El 7% ha quedado ya agotado.

«Este delito, al igual que el resto de la delincuencia, se ha globalizado, por lo que los pescadores furtivos pueden proceder de cualquier parte del mundo», dijo Gunnar Stolsvik, representante de Noruega en la Unidad de Delincuencia Ambiental de Interpol.

Los residuos electrónicos

Frente al tratamiento ilegal de residuos electrónicos tóxicos, los responsables del PNUMA y de la Interpol recalcaron que se trata de un sector en alza debido a la rápida rotación de los aparatos, especialmente en los países desarrollados.

La basura electrónica, que alcanza los 50 millones de toneladas cada año en el mundo, se desvía a los mercados negros para evitar el pago de los procesos legales de transporte y reciclaje. En 2012, la Interpol incautó más de 240 toneladas y emprendió acciones legales contra cerca de 40 empresas.

La caza furtiva y tala ilegal

Por su parte, la caza furtiva, especialmente la de elefantes y la de rinocerontes, así como la tala ilegal de árboles están alcanzando porcentajes «alarmantes», reconoció Achim Steiner, director ejecutivo del PNUMA. Las estadísticas de las autoridades contabilizaron que los cazadores furtivos mataron a 17.000 elefantes en África, mientras que la tala ilegal alcanza actualmente el 30% del comercio mundial.

Mayor compromiso

La delincuencia medioambiental se ha convertido en uno de los fenómenos globalizados más rentables del crimen organizado, a pesar del consenso internacional sobre la necesidad de abordar este problema. Steiner aseguró que hace falta:

• Mayor implicación política.
• Aumento de la inversión para combatir estos delitos.
• Endurecer las penas, ya que en algunos países estos delitos solo se castigan con sanciones administrativas.

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www.interpol.int