Autora: Dra. Gilma E. Garrido

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Categorías: En ConsultaMedicina Biológica

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Menopausia, Cada mujer es un mundo

Menopausia, Cada mujer es un mundo

El manejo de esta etapa, cuando se presentan síntomas, ha cambiado radicalmente en los últimos años. En el abordaje desde la la terapia hormonal, hoy tiene prioridad la persona.

La perimenopausia y la menopausia pueden afectar la calidad de vida de un porcentaje muy importante de mujeres; los síntomas más frecuentes son oleadas de calor y sudoraciones nocturnas que afectan hasta a un 85% de las mujeres, alteración en la vida sexual por atrofia vaginal (resequedad, dolor durante la relación sexual) hasta en el 70%, trastornos del sueño, irritabilidad, depresión, alteraciones de la memoria, entre otros.

Es fundamental tener claras ciertas definiciones:

• Menopausia: ausencia o cese de la menstruación por un período de 12 meses consecutivos, sin patología evidente y secundaria a una falla en la función de los ovarios.

• Menopausia precoz: antes de los 40 años.

• Menopausia temprana: antes de los 45 años.

• Perimenopausia: período en el que se presentan trastornos del ciclo menstrual y cambios endocrinos, el cual va desde unos años antes de la menopausia hasta un año después del período menstrual final.

Un abordaje distinto

El abordaje y el tratamiento de esta condición han cambiado dramáticamente en la última década con respecto al uso de la conocida terapia hormonal y ha ocasionado que la medicina biológica o complementaria, se presente como una alternativa válida y efectiva en el manejo de las pacientes sintomáticas.

Antes del 2002, el uso de la terapia hormonal convencional estaba generalizado para todas las mujeres con síntomas. A partir de ese año, con la publicación del estudio WHI en la revista JAMA, que advirtió sobre riesgos del uso generalizado de los preparados hormonales, se cambió el enfoque y se alertó sobre el uso individualizado que debe darse a la Terapia hormonal, teniendo en cuenta el balance de la relación riesgo-beneficio para cada paciente.

La North American Menopause Society (NAMS), en su última declaración, en el 2010, sobre el empleo de Terapia hormonal, indica que la evidencia respalda su uso en la mujer posmenopáusica para tratar los síntomas relacionados cuando los beneficios de dicho tratamiento superen los riesgos; es decir, antes de iniciar un tratamiento convencional con terapia hormonal deben ser considerados juiciosamente los riesgos y los beneficios.

Señala además que hasta el momento no existe ningún estudio o publicación que permita hacer recomendaciones generales para todas las mujeres, por lo que cada caso en particular debe individualizarse.

Los factores de riesgo se relacionan con:

a. Riesgos basales relacionados con enfermedades que padezca la paciente, por ejemplo: hipertensión arterial, eventos coronarios accidente cerebro-vascular, fenómenos tromboembólicos, cáncer de mama o de endometrio, antecedentes de cáncer de mama en familiares en primer grado de consanguinidad, dislipidemia, osteoporosis, etc.

b. Edad de la paciente en el momento de la consulta.

c. Edad en la que presentó la menopausia.

d. Causa de la menopausia (natural o inducida).

e. Tiempo que lleva desde que se inició la menopausia.

f. Antecedentes de haber recibido terapia hormonal.

Para evaluar a la hay que:

1. Determinar juiciosamente la severidad de los síntomas.

2. Evaluar los factores de riesgo mencionados anteriormente –tales como los fenómenos tromboembólicos- y realizar un examen físico detallado que permita arrojar un balance riesgo-beneficio para definir qué tipo de tratamiento resulta pertinente.

3. Llevar a cabo los estudios paraclínicos necesarios para cada caso en particular. Se debe tener por lo menos una mamografía reciente.

4. Un punto de gran relevancia es preguntar a la paciente cuáles son sus expectativas y temores con respecto al tratamiento e involucrarla en la decisión acerca de cuál opción desea: manejo convencional o medicina biológica.

Una respuesta en la medicina biológica

La medicina biológica o complementaria brinda un manejo más integral de la paciente, porque, además de tratar los síntomas con muy buenos resultados, permite realizar una regulación fisiológica del organismo en general; de esta manera, se regulan los sistemas endocrino, inmune, nervioso y emocional, en lo que se conoce hoy en día como medicina de regulación fisiológica (hysiological regulating medicine).

Del mismo modo, la medicina biológica puede ofrecerse a todas las mujeres independientemente de su condición clínica o antecedentes patológicos, incluyendo los fenómenos tromboembólicos.

Desde el punto de vista de la homotoxicología, la severidad de los síntomas climatéricos puede estar relacionada con la producción de toxinas exógenas o endógenas (producción de sustancias proinflamatorias por parte del organismo como IL6 y FNT). Desde la medicina tradicional china, la menopausia es una deficiencia de yin, y puede tratarse estimulando ciertos puntos de acupuntura o incluso inyectando medicamentos biológicos en dichos puntos (homeosiniatría).

Otro punto a favor de la medicina biológica es que, generalmente, involucran terapias más cortas en el tiempo, y que al suspenderse no implican una menor una reactivación de los síntomas.

*Médico cirujano, Pontificia Universidad Javeriana. Ginecoobstetra, Universidad Militar Nueva Granada. Diplomado en ultrasonido, Unisanitas. Diplomado en homotoxicología, homeosiniatría, programación neurolingüística. Correo electrónico: mandro1965@yahoo.com

Por: Jorge Ernesto Niño González, MD*

 

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