Autora: Dra. Gilma E. Garrido

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Categoría: En Tratamiento

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¡Me “corté” en vacaciones!

¡Me “corté” en vacaciones!

Un vidrio en la piscina, un golpe jugando, una caída corriendo son algunas de las razones por las cuales nos podemos ‘accidentar’ durante las vacaciones. Saber manejar la situación y controlar la herida es importante para que nuestro descanso ‘no se estropee’.

Lo fundamental es determinar qué tipo de lesión fue la que se sufrió, y si requiere una curación sencilla, puntos o acudir a urgencias en un hospital.

“Se debe acudir a un servicio de urgencia o a un profesional médico siempre que la herida sea grande, con bordes amplios, cuando exista una pérdida de tejido y sangrado abundante”, asegura el doctor Carlos Uricoechea, médico urgenciólogo.

Identifique las heridas

Es necesario acudir por ayuda siempre que vea alguno de los siguientes signos de complicación o infección:

  • Aparición de un borde rojo, levantado y caliente rodeando la herida o una secreción amarillenta espesa que podría ser pus.
  • Presenta fiebre o inflamación de los ganglios linfáticos ubicados a la altura de las amígdalas.
  • Cuando existen fragmentos de vidrio o lámina en la herida y su extracción pudiera ocasionar nuevas heridas.
  • Si se ha cortado o rasguñado con un objeto oxidado y no recuerda cuándo recibió el último refuerzo de la vacuna antitetánica. En este caso se requiere la aplicación de una inyección dosis, dentro de las 24 horas siguientes a su lesión.
  • Cuando la herida es pequeña, pero profunda y sale de ella sangre roja a borbotones y muy brillante, ya que pudo haber perforado una arteria.
  • Si la cortada o raspón se encuentre en el rostro o en cualquier área donde se necesite minimizar el rastro de las cicatrices.
  • Si la herida se ocasionó en el pie de un diabético. 

Si no presenta ninguno de los síntomas mencionados anteriormente, la curación puede realizarse en el lugar donde esté pasando sus vacaciones. Aquí es cuando la higiene de la herida y de quien cura es fundamental en el propósito de evitar infecciones o complicaciones.

4 pasos para curar una herida:

  1. Detener la hemorragia: si el raspón o cortadura no deja de sangrar se recomienda aplicar presión leve con un vendaje o tela limpia.
  2. Mantener limpia la herida: coloque la zona afectada bajo un chorro de agua, por lo menos 5 minutos con el fin de que la herida se limpie por arrastre.
  3. Aplicar pomada con yodo en el área que rodea la herida, jamás en la herida como tal.
  4. Considerar la causa: las heridas provocadas por clavos, cortaduras profundas o mordeduras de animales tienen el riesgo de producir tétanos, por lo cual hay que acudir de inmediato a un centro asistencial.

Recomendaciones especiales

  • No respirar sobre una herida abierta.
  • No emplear un torniquete. En la mayor parte de las cortaduras y raspones basta con aplicar los primeros auxilios.
  • Tener cuidado con los ungüentos antibióticos para las heridas de venta libre que contienen sustancias químicas;  pueden ocasionar una reacción alérgica.

Remedios naturales

Es posible que en el lugar donde se encuentre de vacaciones tenga a mano algunas plantas y elementos naturales que ayudan a cicatrizar los raspones o cortes.

Las recomendaciones dadas a continuación solo operan cuando la lesión pertenece a heridas pequeñas o cortaduras en las capas superiores de la piel, que no originan grandes hemorragias ni afectan órganos vitales.

Sábila: licuar 2 hojas de sábila o aloe vera con cáscara y cristales y mezclar con 6 cucharadas de miel de abeja virgen. Aplicar esta preparación en el área afectada.

Cáscara de huevo: coger la telilla pegada al interior de la cáscara de un huevo y aplicar en la rozadura o pequeña herida.

Berro: aplicar hojas frescas de berro sobre la herida para ayudar a la maduración o cicatrización.

Hojas frescas: colocar sobre las heridas hojas frescas de cualquier planta que NO cause rasquiña o alergia, trituradas y reducidas a pasta.

Níspero: hervir en un litro de agua 10 nísperos maduros, lavados y sin semillas, durante 20 minutos. Retirar del fuego, colar y aplicar sobre la herida para que cicatrice bien.

Limón: lavar la herida con agua mezclada con unas gotas de limón.

Ajo: mezclar ajo machacado y miel y usar como cataplasma, aplicando la mezcla directamente sobre los cortes o las rozaduras.

Más información
www.cruzrojabogota.org.co
www.remediospopulares.com

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