Roncar puede ser preocupante para su salud

Si el ronquido apareció recientemente en su vida o lleva mucho tiempo en ella, da igual. En cualquier caso, es momento para prestar atención a este molesto síntoma que invade la vida en pareja o en comunidad, y que puede ser la alarma de un delicado problema de salud.

Por eso, si le han dicho que ronca como una locomotora o una fiera, lo quieren sacar de su cuarto, lo han atacado varias veces a codazos o almohadazos, y en los paseos le asignan el sitio más alejado para dormir o, aún peor, su descanso no es pleno y se está sintiendo sin energías y con sueño en el día, los siguientes párrafos le indicarán cómo orientar el problema.

¿Por qué se ronca?

En general porque existe alguna obstrucción o estrechamiento de la vía respiratoria a nivel del paladar, la úvula (campanilla), las amígdalas, la lengua o las cavidades nasales, que obliga a respirar con la boca abierta, generando una vibración de las estructuras del paladar y la garganta con la entrada forzada del aire, lo que provoca el desagradable sonido.

Entonces, contrariamente a lo que la gente piensa, el ronquido no se produce principalmente o únicamente en la nariz, sino en el paladar y la garganta.

Esta situación se agrava en los hombres después de los 40 años y en las mujeres un poco más tarde, siendo frecuente que en ambos sexos, pasados los 50, se encuentra algún grado de ronquido en más de un 70% de la población.

Con la edad, ocurre que se pierde tensión y elasticidad a nivel de los músculos del paladar blando y la campanilla en la parte de atrás de la garganta, ocasionando durante el sueño un aplastamiento de estas estructuras, presentándose una predisposición a lo que conocemos como “apnea del sueño” que, en términos simples, es una detención transitoria de la respiración mientras se está roncando.

Cuando empiezan estos episodios, que el propio paciente rara vez percibe, el compañero de alcoba se alarma porque su pareja deja de respirar, se ahoga y, si esto aumenta, despierta al paciente con una sensación de agitación y asfixia, debido a que hay suspensión de la oxigenación al cerebro.

Se abre así la posibilidad de complicaciones de salud: hipertensión arterial, problemas cardiovasculares y cerebrales son algunos de ellos.

El ronquido se agrava por el sobrepeso, domir en posición boca arriba, el alcohol, el cigarrillo, comer abundantemente en la noche o antes de acostarse, el reflujo gástrico, desviaciones del tabique nasal, rinitis alérgicas con agrandamiento de los cornetes y una mala higiene del sueño.

¿Cómo debemos evaluar el ronquido?

Con la ayuda de su pareja y la supervisión del médico, debe definir si usted es un roncador simple, conocido como roncador social, o si presenta el llamado apnea del sueño, que puede ser una bomba de tiempo para su salud.

Es útil anotar cuánto tiempo lleva el problema, si se ronca ocasionalmente o todas noches; si se presenta solamente boca arriba o hay mejoría con los cambios de posición; si parece detenerse la respiración o hay movimientos de las piernas; si se despierta frecuentemente durante la noche, o súbitamente con sensación de ahogo.

Si el sueño es reparador o tiene la sensación de no haber descansado bien; si se fatiga sin causa conocida; si hay disminución de la capacidad para el trabajo; si tiene deseos de dormirse durante el día; si tiene trastornos de la memoria; y si existe disminución del deseo y de la capacidad sexual.

Asistir a la consulta médica con el compañero de alcoba es una estrategia útil, pues ella tiene la mejor información disponible y, aunque suene chistoso, grabar o filmar el sueño del roncador lo presionará para que consulte y le brindará una información sobre la gravedad del problema.

Su médico otorrinolaringólogo le hará un examen de las estructuras nasales y de la garganta. Si dispone actualmente de delgadas fibras ópticas con cámara de video que permitirán ver el origen del problema al mismo tiempo que usted visualiza en una pantalla el examen endoscópico.

Después, se decidirá si se requiere de un estudio radiológico y, en los pacientes que sea pertinente, un estudio de sueño (o polisomnografia), donde la persona es dejada en un laboratorio especial durante toda una noche registrando el sueño y practicando un monitoreo de todos los eventos durante el mismo.

¿Cómo puedo ayudar a mejorar el ronquido?

Mantener su peso, especialmente después de los 40 años, y mejorar la higiene el sueño, es fundamental en la estrategia anti-ronquido. Acostarse a la misma hora, evitar comidas abundantes en la noche, tener un buen colchón, utilizar una almohada ergonómica, evitar la posición boca arriba, mantener la nariz despejada limpiándola con solución salina.

Corregir cualquier problema obstructivo de sus vías respiratorias por parte de su otorrinolaringólogo, tratar las alergias nasales y los problemas gastroesofágicos particularmente el reflujo, así como la utilización de aparatos dentales nocturnos y dilatadores nasales, son apenas una pequeña muestra de lo que puede hacerse.

En la página web www.cirujaplasticoalvaropedraza.com encontrará amplia información.

La Medicina Biológica le ofrece un programa de detoxificación de su organismo. La agitada vida diaria actual y la sobrecarga tóxica a la que nos sometemos con dietas y patrones de vida inadecuados, influyen seriamente en estos problemas. Los programas de detoxificación le ayudarán en forma invaluable.

La tecnología biomédica ha traído aportes importantes a la curación y mejoría del ronquido y de la apnea del sueño. La radiofrecuencia o «bisturí frío» diseñada en Alemania para retirar tejidos sobrantes de nariz y garganta con breve incapacidad.

El Pillar System o Sistema de Implantes al paladar diseñado en Estados Unidos, y difundido por la mundialmente famosa Clínica Mayo, donde se colocan unos diminutos implantes de poliéster dentro del paladar blando bajo anestesia local , son procedimientos con tecnología de punta que se encuentran en nuestro país y altamente efectivos para el control del roncador severo.

Dr. Álvaro Pedraza Mantilla
Médico otorrinolaringólogo
Cirugía del ronquido y medicina biológica, Universidad Javeriana. Hospital San Ignacio

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