Le damos "lata" para que evite los enlatados

En el año 2011 los investigadores de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Harvard en los Estados Unidos revelaron un estudio que describía la presencia del bisfenol A (BPA) en el recubrimiento de varias sopas enlatadas. Se trata de un compuesto químico tóxico, utilizado en la producción de plásticos y resinas.

En el año 2010 la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA, por su sigla en inglés) ya había vinculado sus efectos perjudiciales a la salud de fetos y recién nacidos. En ese mismo año Canadá declaró al BPA una sustancia nociva y, junto con parte de la Unión Europea, prohibieron el componente para la fabricación de biberones.

Las resinas de BPA, sin embargo, continúan utilizándose en otros productos, incluido el recubrimiento de las latas metálicas para contener alimentos y bebidas, en botellas de plástico de policarbonato y en selladores dentales.

Cinco razones para no consumir enlatados

Las «latas peligrosas» han sido descritas por diversas investigaciones científicas que se han ocupado de descifrar las razones por las cuales no se recomienda consumir enlatados. Estos son algunos estudios con hallazgos importantes:

1. Revestimiento. Frederick Vom Saal, endocrinólogo de la Universidad de Missouri, indica que las latas tienen un alto contenido de bisfenol-A, un estrógeno sintético que se identifica como causante de atrofias o lesiones en el sistema reproductivo, diabetes y padecimientos cardiacos, entre otros.

2. Exceso de químicos. Investigadores de la Food Packaging Forum Foundation (FPFF) indican que alrededor de 4.000 sustancias químicas conocidas por ser peligrosas para la salud (triclosan, tributilestaño y ftalatos, por ejemplo) son utilizadas intencionalmente en las latas para la conservación de los alimentos por más tiempo.

3. Exceso de sodio. Un artículo de la Purdue University de Chicago, Estados Unidos, señala que a esta presentación de los alimentos suele agregársele grandes cantidades de sodio para resaltar el sabor, mejorar la seguridad y conservarla, pero al proporcionarlas al organismo pueden elevar la presión arterial o causar ataque cerebral.

4. Obesidad. Para Miguel Porta Serra, catedrático de salud pública de la Universidad Autónoma de Barcelona, el contenido de bisfenol A presente en los enlatados puede ser un factor importante para el umento de peso.

La especialista Alicia Parra Carriedo, coordinadora de la Clínica de Nutrición de la Universidad Iberoamericana, anota que la reducción del consumo de alimentos procesados significa grandes beneficios para la salud, sobre todo para evitar la obesidad y las malformaciones congénitas.

Siempre, los alimentos frescos serán los más recomendados por los expertos.

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