Autora: Dra. Gilma E. Garrido

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Categoría: En Tratamiento

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La verdadera ‘fibra’ de la fibra

La verdadera ‘fibra’ de la fibra

La presencia de la fibra en frutas con cáscara, verduras crudas, nueces, leguminosas y granos enteros es uno los mayores tesoros que la naturaleza le puede brindar a la humanidad, pues su consumo no solo disminuye el riesgo de estreñimiento y regula el tránsito intestinal, sino que también protege al corazón contra patologías, lesiones o accidentes que lo pueden atacar.

Su potencial se resume en tres beneficios fundamentales:

  • Disminuir el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
  • Bajar los niveles de colesterol.
  • Mantener una buena digestión.

“El consumo de fibra permite al organismo complementar las cantidades suficientes de alimento para suplir las necesidades de nutrición. La fibra juega un papel fundamental en el mantenimiento de la salud; prácticamente es un medicamento natural”, asegura la nutricionista Claudia Salgado.

Su ‘riqueza’

El potencial de este carbohidrato que el organismo no puede digerir permite que sirva de ‘escoba’ para limpiar el intestino. Los expertos recomiendan consumir entre 25 y 30 gramos de fibra diariamente, repartidos en 5 porciones de frutas y verduras, y la mitad de las harinas del día a base de cereal integral.

Por ejemplo: 25 gramos de fibra equivalen en promedio al aporte hecho por 8 tazas de fresas o 15 zanahorias medianas o 12 tajadas de pan integral al día.

Existen dos tipos de fibra: la soluble y la insoluble, ambas igual de importantes e indispensables para el correcto funcionamiento del intestino.

  • Fibra insoluble: pasa rápidamente por el intestino y ayuda a regular el tránsito intestinal, disminuyendo el riesgo de sufrir estreñimiento. Se puede encontrar en: frutas con cáscara, verduras crudas, nueces, leguminosas, salvado y granos enteros, entre otros.
  • Fibra soluble: al disolverse en agua forma geles que actúan como una esponja y contribuyen con la reducción el colesterol en la sangre. Se encuentra en alimentos como avena, cebada, fresas, moras, guayaba, cítricos, ciruelas pasas y frijoles, entre otros.

Prácticas de consumo

Una manera sencilla de aumentar el consumo diario de fibra es cambiar al menos la mitad de las harinas refinadas por productos elaborados con granos enteros.

“Esto no solo incrementa el consumo de fibra sino también el de vitaminas, minerales, fitoesteroles -esteroles de las plantas que mantienen a raya el colesterol- y antioxidantes que contrarrestan el efecto de los radicales libres y protegen al organismo contra esas sustancias perjudiciales”, explica la nutricionista.

Incluir algunos alimentos, como los cereales con fibra en el desayuno, ayuda a alcanzar más fácilmente la recomendación diaria. Además, las dietas ricas en fibra ayudan a:

  • Regular el contenido de grasa y calorías, dado que las principales fuentes son: frutas, frutos rojos, verduras, cereales integrales y leguminosas.
  • Permitir una buena digestión.
  • Fomentar una dieta saludable.
  • Disminuir el riesgo de estreñimiento.
  • Mantener la sensación de estar satisfecho.

Los especialistas también aconsejan:

  • ü Tomar por lo menos 8 vasos de agua al día para que el intestino pueda trabajar con regularidad.
  • ü Evitar exceder el límite en el consumo diario de fibra; si se ingiere en exceso puede tener efectos negativos sobre el intestino, lo que puede variar de una persona a otra.
  • ü Estar pendiente del trabajo intestinal, para, con base en esto adecuar la dieta bajo la supervisión de un especialista.

Más información
www.eurolife.com.cowww.nestle.com.co

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