Gastritis crónica: Un infierno en la boca del estómago

La gastritis crónica (GC) es una inflamación de la capa interior del estómago, definición que podría sólo aplicarse luego de un examen especializado.

Esto se debe a que la mucosa gástrica está expuesta a la acción de múltiples factores capaces de producir daño y desencadenar una inflamación; éstos pueden ser agentes patógenos externos como la bacteria helicobacter pylori, irritantes (sal, alcohol, medicamentos, antiinflamatorios no esteroides, como por ejemplo ibuprofeno y meloxican), los factores inmunológicos y el reflujo biliar.

La presencia de la bacteria helicobacter pylori en la mucosa gástrica fue descrita hace casi 100 años, pero su real importancia sólo empieza a tenerse en cuenta a finales de la década de 1970, cuando los investigadores Warren y Marshall notaron su presencia sobre la mucosa gástrica, en especial cuando había inflamación. En la actualidad se le asocia aproximadamente con el 80% de los casos de GC.

Aunque a esta bacteria se le atribuye la mayor importancia en el desarrollo de la gastritis, hay que tener en cuenta factores elementales como los ambientales y dietéticos que desencadenan una respuesta de inflamación secundaria y fomentan el daño celular.

De allí la importancia de una dieta adecuada y rica en factores protectores de la mucosa gástrica, como las vitaminas C y E, que son antioxidantes, y del betacaroteno que opera como captador de radicales libres deteniendo el proceso inflamatorio que estos producen.

Los pacientes refieren en la consulta “dolor en la boca del estómago”, vómito, ardor, llenura y malestar general. Para confirmar o descartar enfermedades malignas (cáncer gástrico, por ejemplo) se debe realizar una endoscopia digestiva alta (esofagogastroduodenoscopia), la cual permite tomar las biopsias de diferentes partes del estómago para analizar tejidos, clasificar el tipo de gastritis presente y recomendar un tratamiento adecuado.

Tratamiento con la medicina biológica

El tratamiento es, en muchas ocasiones, confuso e incluso controversial, particularmente por su frecuencia en una proporción importante de pacientes asintomáticos (80%), la gastritis está relacionada con otras enfermedades como esofagitis y úlcera péptica.

Se han recomendado dos tipos de terapia con base de sustancias protectoras de la mucosa (sucralfato); inhibidores de la secreción de ácido como antagonistas de los receptores H2 de histamina (ranitidina); o inhibidores de la bomba de protones (omeprazol, lanzoprazol, esomeprazol, rabeprazol y pantoprazol) y los antiácidos.

Pero disponemos de otras alternativas terapéuticas con la medicina biológica; medicamentos que han demostrado su eficacia en esta patología como el Gastricumeel®, Mucosa Compositum y Nux vomica-Homaccord®. Otro apoyo terapéutico es la terapia neural y la acupuntura.

El tratamiento ideal es una alimentación adecuada, actividad física y un estado emocional óptimo (positivo). Recuerde:

¡Comer bien es estar bien!