¿Es posible borrar los malos recuerdos?

Resolver este interrogante es el reto de un grupo de científicos del Hospital Rijnstate, en Holanda, quienes adelantan un estudio sobre terapia electroconvulsiva (TEC) con el cual esperan realizar un aporte en la investigación de los casos de depresión extrema.

La TEC se ha utilizado durante más de 75 años por la escuela de psiquiatría de vieja guardia, sin embargo, cobra vigencia tras la ‘epidemia depresiva’ que experimentan muchos países europeos y a la cual los investigadores esperan controlar con nuevos hallazgos científicos que ayuden a disminuir los índices.

Esta terapia ha sido calificada, en muchos casos, como inhumana; pero todavía son muchos los médicos y pacientes que creen en su uso para determinados casos psiquiátricos severos.

¿Dispuesto a hacerlo?

Es cierto que la mayoría tenemos momentos terribles que preferimos olvidar. Pero si usted pudiera borrar por completo partes de su memoria, ¿lo haría? Aunque suene a ciencia ficción, los estudios preliminares han determinado que es posible hacerlo cuando se trata de borrar recuerdos específicos.

La memoria se describe como la capacidad o poder mental que permite retener y recordar mediante procesos asociativos inconscientes, sensaciones, impresiones, ideas y conceptos previamente experimentados, así como toda la información que se ha aprendido conscientemente.

El cerebro humano tiene diversos tipos de memoria. Una es la memoria de corto plazo, que permite retener solamente durante unos segundos cierta información, como por ejemplo, un número telefónico. Otra es la denominada memoria de largo plazo que sirve para conservar la información durante minutos, horas, semanas o incluso años. Es en la memoria de corto plazo donde el estudio quiere impactar.

Así se logra

La TEC consiste en pasar corriente eléctrica a través del cerebro para desencadenar convulsiones temporales. Se utilizan relajadores musculares y anestesia para hacer que esta experiencia sea lo más confortable posible.

La diferencia en el caso de este estudio es que se enfoca en recuerdos y utiliza la terapia para irrumpir en ellos.

A los participantes de la investigación les mostraron dos conjuntos de fotos, cada una de ellas con una historia.

Justo antes de la sesión de TEC, les volvieron a enseñar una de las historias, con el fin de reactivar ese recuerdo en particular.

Tras el tratamiento, a los pacientes se les olvidó la historia que acababan de mirar, mientras que la memoria de la otra había permanecido.

Pacientes como Jannetje Brussaard-Nieuwenhuizen, participante del estudio y quien recibe TEC desde 1969, informaron recordar que le habían mostrado algo, pero nada más. “La terapia electroconvulsiva ha sido lo único que me ha ayudado a superar la depresión extrema”, expresó a BBC Mundo recientemente.

Es solo una prueba

Aunque muchos consideran que los recuerdos forman parte de nuestra personalidad, los investigadores argumentan que la TEC puede ser una herramienta que se utilice para tratar y solucionar trastornos como el estrés postraumático.

‘Este estudio todavía está lejos de ser aprobado para su aplicación en pacientes. Incluso si se prueba que es posible científicamente borrar determinados recuerdos, quedan preguntas éticas por responder, como las implicaciones de destruirlos”, advierte el doctor Jeroen Van Waarde, psiquiatra del hospital Ínstate.

Hay que tener en cuenta que estos resultados se basan en evocaciones generadas de forma artificial, pues las conexiones más profundas de nuestra memoria real pueden ser más difíciles de borrar.

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