Erradique los dañinos radicales libres

Causantes del envejecimiento prematuro y de enfermedades crónicas como las cardiovasculares, diabetes y cáncer, los radicales libres circulan como ‘pez en el agua’ en el medio ambiente causando la oxidación del organismo.

Hacerles el ‘quite’ es posible eliminando de su entorno o controlando la polución ambiental, el tabaco, los medicamentos y la radiación, elementos que causan la oxidación de las células del organismo.

“Los radicales libres son sustancias químicas que las atacan directamente. Se trata de pequeñas moléculas, inestables en su organismo, que provocan, al igual que la edad y el estrés, el deterioro de su cuerpo y su salud”, explica el doctor Luis Felipe Mora, médico cirujano y otorrinolaringólogo.

No se deje oxidar

Las principales alternativas para eliminar los nocivos radicales libres son los antioxidantes presentes en una buena nutrición y en alimentos específicos. En una alimentación saludable es necesario consumir la cantidad de antioxidantes que el organismo necesita, presentes en todos los grupos de alimentos, y en la preparación más ajustada para preservar los nutrientes. Esos alimentos son:

• Aceites vegetales
• Lácteos
• Frutas
• Verduras
• Leguminosas
• Cereales integrales
• Carnes
• Aves
• Pescados
• Huevo

“Existen alimentos que contienen más antioxidantes que otros, como en el caso del aceite de oliva, las frutas y verduras, cereales con granos enteros, cacao o chocolate oscuro, leguminosas como frijol, lenteja o garbanzo y frutos secos como maní, nueces y almendras”, explica la nutricionista Claudia Angarita.

Aceite de oliva: entre sus antioxidantes se destacan la vitamina E, que evitan la oxidación o el daño celular provocado por el envejecimiento y la aparición de tumores.

Frutas y verduras: sirven para fortalecer las células. Los especialistas recomiendan consumir 5 porciones de fruta o verdura al día. Para aprovechar mejor sus antioxidantes escoja las que tengan un color más intenso y consúmalas crudas, enteras, en ensaladas o en jugos.

Cereales: son fuente de vitaminas, nutrientes esenciales e hidratos de carbono que proporcionan energía al organismo. Bien sean con las semillas o granos enteros (integrales) o en diferentes preparaciones, reducen significativamente los riesgos de enfermedad.

Chocolate: previene la degeneración de las células del organismo. Los estudios afirman que el consumo moderado de chocolate ayuda a mejorar la salud cardiovascular y previene la aparición del cáncer. Posee más de 30 componentes con propiedades antioxidantes cuando se consume puro (cacao).

Frutos secos: ejercen un efecto protector sobre el organismo para prevenir la oxidación del cuerpo y el control del estrés oxidativo, por lo que son útiles en la prevención de enfermedades con niveles de oxidación más agresivos, tales como algunos tipos de cáncer, enfermedades cardiovasculares, deterioro cognitivo relacionado con la edad o el envejecimiento en general. 

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