Autora: Dra. Gilma E. Garrido

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Categorías: En ConsultaMedicina Biológica

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Enfermedades de la mujer: ¿una sola causa?

Enfermedades de la mujer: ¿una sola causa?

Las afecciones de las vías respiratorias, tales como la rinitis, la amigdalitis y el asma; las de las vías digestivas como el reflujo, la gastritis, el intestino irritable y diversos síntomas de malestar digestivo; las de las vías genitourinarias como los flujos crónicos, la cistitis, endometriosis (dolores menstruales); y los dolores pélvicos crónicos, pueden tener un mismo origen y conformar una misma enfermedad en la mujer, a la cual yo la he llamado el Síndrome de inflamación de las mucosas (Síndrome de inflamación de las mucosas, Ed. 2005).

La medicina biológica ha centrado parte de su estudio en este fenómeno de manera que se pueda dimensionar desde una perspectiva más amplia, los padecimientos del organismo femenino y poder ocuparse de ellos.

Recientemente se ha descubierto un comportamiento de los leucocitos (células del sistema inmune) llamado Homing, y que se relaciona estrechamente con el sistema respiratorio, entre otros.

Se trata de la migración unidireccional de los leucocitos del sistema inmune del intestino y de las vías respiratorias altas hasta el tracto genitourinario en la mujer; algo similar parece que puede suceder en el hombre. A su vez, los leucocitos del tracto respiratorio migran al intestino y viceversa. Su función es proteger las mucosas expuestas al medio ambiente: nasofaringe, bronquios y pulmón, intestino y vagina. Pero se ha demostrado que ellos pueden llegar incluso al útero y a los ovarios.

Este sistema protector funcionó perfectamente mientras que lo que el sistema respiratorio del hombre recibía era limpio, y lo que comía, saludable. En el momento en que contaminó el aire y su alimentación dejó de ser natural, los órganos del tracto respiratorio y del digestivo se inflamaron, generando de su sistema inmune lo que se ha llamado leucocitos proinflamatorios, que migran entre estos dos sistemas y, como se dijo, también al sistema genitourinario, causando inflamación de los órganos de los tres sistemas.

Existen otras explicaciones no menos importantes de este comportamiento de la enfermedad tanto del sistema respiratorio, como del digestivo y genitourinario. La inflamación neurogénica se refiere a la transmisión del efecto inflamatorio mediante neurotransmisores de neurona a neurona, en un mismo órgano o de segmento en segmento. Por ejemplo, si una porción del intestino, como puede ser el duodeno, se inflama de manera crónica, en un tiempo indefinido esta inflamación habrá abarcado una extensión más grande, pudiendo llegar por vía descendente hasta el colon, incluso, y por vía ascendente hasta el esófago.

La razón es porque todo el intestino, desde el esófago hasta el colon, es un solo órgano y está inervado por un sistema nervioso propio que es el sistema nervioso entérico.

Esta red nerviosa se encarga de transmitir el efecto inflamatorio de segmento en segmento hasta involucrar grandes extensiones intestinales.

El esófago, lo mismo que los bronquios, proviene del mismo segmento embrionario, y por lo tanto comparten las mismas raíces nerviosas; igualmente sucede con el colon sigmoide, el recto, la vejiga y la vagina.

¿Qué importancia tiene este concepto?

¡La misma de la inflamación neurogénica!: si se inflama el esófago (generalmente por reflujo) se inflaman los bronquios, se inflama el colon, se inflaman la vejiga, la vagina y los músculos pélvicos; y aunque las raíces nerviosas que inervan al útero y a los ovarios, provienen de un tronco nervioso diferente al del colon, por vía segmentaria ascendente la inflamación puede llegar hasta ellos.

Estas son las principales razones por las cuales una mujer que padece un síndrome de intestino irritable suele sufrir a la vez flujos, cistitis, dolores menstruales y dolores pélvicos crónicos; y si sufre rinitis suele sufrir a la vez de prurito (rasquiña) vaginal y flujos crónicos; algo más, si ha sufrido amigdalitis recurrente en su infancia, puede padecer en la adultez síndromes como ovario poliquístico e infertilidad.

Ahora podemos entender que su tratamiento no debe ser basado en la enfermedad de cada órgano, sino de manera integral, tratando primero las alergias respiratorias y especialmente desinflamando el intestino. Esto es viable a través de la medicina integral, que se apoya en todas las herramientas posibles de la medicina biológica para entender de forma sinérgica los padecimientos de la mujer y darles solución, no al dolor pélvico o a la rinitis o a la gastritis, sino a la persona en su condición integral.

Por: Medardo Rosales E., MD
www.medardorosales.com

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