El ABC del drenaje linfático

Seguramente usted ha escuchado hablar de esta técnica de masoterapia cuando pregunta en el centro de estética por alternativas para reducir de peso, o sigue la recomendación de su médico biológico quien le sugiere acudir a esta alternativa como una opción para eliminar líquidos y sustancias de desecho acumuladas en el organismo.

El drenaje linfático tiene como principal objetivo contribuir a que el organismo pueda protegerse y elimine de una manera más efectiva los desechos que origina de forma natural. Esta depuración del cuerpo a través del sistema linfático permite drenar el plasma sobrante tras los diferentes procesos celulares y actuar como filtro para eliminar cierto tipo de residuos que pueden acabar perjudicando al organismo.

“Un buen drenaje linfático se hace a través de varios movimientos de arrastre y vaciamiento hacia los ganglios o nodos linfáticos, que actúan como filtros de la linfa, los cuales recogen y destruyen bacterias y virus; estos nodos también forman parte del sistema inmunitario y su función consiste en reconocer y combatir gérmenes causantes de infecciones”, explica Luisa Fernanda Parra, especialista en masaje oriental.

Las áreas en donde se pueden palpar los ganglios linfáticos (con los dedos) son, entre otras:

• La ingle
• La axila
• El cuello (hay una cadena de ganglios linfáticos a cada lado de la parte frontal, en ambos lados y por debajo de cada lado de la parte posterior del cuello)
• Debajo de la mandíbula y la barbilla
• Detrás de los oídos
• Sobre la parte posterior de la cabeza

Así se hace

El drenaje linfático idealmente debe ser realizado por kinesiólogos o profesionales del área de la salud, con conocimientos de anatomía que les permitan localizar certeramente la posición de los ganglios. Antes de someterse a un tratamiento de drenaje linfático es importante ser evaluado por un médico.

Lo que debe saber

El drenaje linfático debe ser suave e indoloro y jamás dejar moretones. No es recomendable para todos debido a sus contraindicaciones (ver recuadro titulado “Contraindicaciones absolutas”).

Además:

• Estimula la eliminación de grasas dañinas.
• Suele confundirse con los masajes reductivos, reafirmantes y anticelulíticos. Sin embargo, este masaje se realiza principalmente para resolver problemas ligados a la salud –como edemas generados durante el embarazo y pos cirugías– y de manera adicional a tratamientos estéticos y para bajar de peso.
• Complemente siempre el drenaje linfático manual con el drenaje mecánico, el cual se realiza con un equipo similar a un saco de dormir que opera mediante un sistema de compresión llamado presoterapia.

Para la celulitis

En el caso de la celulitis, el drenaje linfático elimina el agua que se acumula entre los nódulos de grasa. Para deshacer la grasa existen numerosos tratamientos de radiofrecuencia que generan calor y pueden disolverla; luego, a través del drenaje, se puede conducir al sistema linfático para su eliminación por drenaje.

Para las ojeras

El drenaje linfático es ideal para pacientes con ojeras o bolsas en los ojos y para bajar la hinchazón de la cara. Esta terapia consiste en drenar hacia los ganglios próximos a las orejas para generar un efecto de rostro  descansado, como un lifting natural.

Contraindicaciones absolutas

Ciertas condiciones de salud impiden que el drenaje linfático se ejecute en determinados pacientes; por ejemplo cuando existe:

• Cáncer no tratado
• Infecciones agudas
• Trombosis, flebitis y tromboflebitis
• Várices con relieve
• Crisis asmática
• Reacciones alérgicas en estado agudo
• Infecciones o heridas en la piel
• Embarazo, aunque se recomienda en las piernas para mitigar la acumulación de líquido

Por recomendación médica, el drenaje linfático se puede realizar cuando existen las siguientes afecciones:

• Hiper e hipotiroidismo
• Hipotensión
• Inflamaciones crónicas
• Afecciones en la piel como dermatitis
• Enfermedades crónicas

Consejos y resultados

• Un tratamiento corporal correcto -radiofrecuencia + drenaje linfático- debe incluir al menos 10 sesiones de 45 minutos cada una de estas terapias.
• Lo ideal es que la primera semana del tratamiento se puedan realizar dos sesiones y luego una a la semana.
• Luego de un mes y medio, dependiendo de cada paciente, se podría ver el resultado final, pero desde la primera sesión ya se comienzan a notar cambios.
• Terminado el tratamiento hay que hacer un plan de mantenimiento que incluya una sesión cada dos semanas o incluso una al mes.

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