Dietadictos: ¡cuidado con lo que no comen!

El no dar la talla y acceder a la presión social que exige conseguir un peso ideal empuja a miles de personas a decir que están a dieta siempre. Los dieters o dietadictos existen bajo el riesgo de someter su organismo o regímenes severos de alimentación.

La literatura científica hace referencia a los dieters (un anglicismo que se traduciría como «personas a dieta) como individuos que realizan esfuerzos supremos y sostenidos para tomar menos calorías, con el objetivo de bajar de peso o mantener la pérdida que han conseguido.

No obstante, el concepto «ponerse a dieta», tal y como lo conoce la población, no solo es poco eficaz para disminuir el peso corporal, sino que se puede asociar a patrones de nutrición desequilibrados o incluso a trastornos de la conducta alimentaria.

Por desgracia, la mayoría de los dieters no cumple con éxito su objetivo, son infelices y su calidad de vida se deteriora notablemente. Así lo detalló en 2008 la dietista nutricionista Eileen Vincent en la revista Journal of the American Dietetic Association.

Los dieters modernos

Datos del 2012 publicados por la doctora Denise de Ridder en la Revista Appetite, señalan que los “estoy a dieta» de hoy no siempre disminuyen el consumo de calorías consumidas, así que un gran número de dieters no tiene una genuina voluntad de comer menos, y es posible, para los autores, que ello justifique la falta de éxito a la hora de alcanzar el peso ideal.

Los dietistas

Para la doctora Ridder no se descarta que la tendencia dietista parta de intereses privados que embaucan a muchas personas con tratamientos caros, de difícil implementación y faltos del rigor científico. Ello conduce a una falsa moralización del peso corporal y de la apariencia física, que termina por calar en una población que siente su supuesta mala alimentación o su exceso de peso como algo vergonzoso. “Un dilema que se puede resolver si se dice que se está a dieta, para alejar los sentimientos de culpa”, asegura la especialista.

En este sentido, vale la pena concluir con unas palabras de estos expertos: «Centrarse en el peso y utilizar prácticas restrictivas en personas que sufren obesidad es contraproducente y conduce a problemas nutricionales y psicológicos […]. En todos los casos, el objetivo debe ser tratar de mejorar la salud general y la calidad de vida del paciente».