Autora: Dra. Gilma E. Garrido

Fecha:

Categoría: En Armonía

Compartir:

Desarme el enojo que afecta sus emociones

Desarme el enojo que afecta sus emociones

Todo ser humano en algún momento de la vida ha sido víctima de esa sensación que se manifiesta con enojo, furor, indignación, dolor, violencia, fiereza, frenesí, odio, rencor y estallido, y sumerge a la persona en un estado emocional agitado y descontrolado, afectando sus sentimientos. Eso es la ira o rabia.

Domine esa ‘rabia’

La ira es considerada un mecanismo de defensa propio de las emociones humanas; es el hombre quien tiene la capacidad de dominarla para impedir que esta lo controle.

“Está asociada con comportamientos agresivos en respuesta a frustraciones. Cuando permitimos que estas dominen nuestro diario vivir y somos muy emocionales, parece ser un estado normal, así que manifestamos un momento de furor que nos lleva a indignarnos fácilmente y casi siempre nos justificamos dándonos el derecho a estar así”, explica el doctor José Antonio Ivelic, psiquiatra de Red Salud UC de Chile. “

Reconozca que existe

Lo primero que se debe hacer con la ira es reconocer que existe y altera sus emociones.

Este sentimiento aparece cuando:

  • Se encuentra ante la presencia de desacuerdos.
  • Existe el desconocimiento del manejo de las dificultades.
  • Hay temor.

Tanta ira no lleva a nada

La falta de control sobre la rabia lo lleva a generar una cadena de sentimientos negativos que evitan vivir en armonía, que lo estancan y dificultan su desarrollo humano y afectan su entono.

  1. La ira contamina, afecta a quienes están a su alcance. Por lo general lo que usted dice, sale del corazón; sus palabras pueden ser muy ofensivas al puno de contaminarlo.
  2. La ira afecta negativamente las relaciones interpersonales: rompe, aparta, lastima, ofende y nos distancia, por lo general, de las personas que más queremos.
  3. La ira debilita la autoridad, el liderazgo, dejando al desnudo las más guardadas debilidades. La ira permite que actúe bajo irracionalidad, llevándole a negarse a sí mismo como autoridad y a negar al otro como persona digna de respeto.
  4. La ira debilita y lo hace vulnerable, obliga a reaccionar impulsivamente. Hace que la persona pierda el control de sus actos y tome decisiones apresuradas y riesgosas.
  5. La ira impide que el conflicto se convierta en una oportunidad para avanzar.
  6. La ira conduce a rechazar, ocultar o ignorar a otros, cerrarse o encerrarse dentro de su propio yo o su razón, por estar generando un estado emocional de confusión y agresividad.
  7. La persona que es víctima de estados de irascibilidad, es propenso a pleitos frecuentes; casi todo le molesta, le irrita, le disgusta, le fastidia, no acepta el fracaso o la caída, y por consiguiente ejercita su vida para pasar continuamente sobre los derechos del otro.

10 consejos tranquilizantes

  1. Evite que la ira crezca en su interior. ¡Domínela! ¡No permita que ella lo domine a usted y sea dueña de su vida!
  2. Aprenda a evitar que termine llevándolo a tomar decisiones incorrectas, a decir palabras que no quería o tomar actitudes que no esperaba o que los otros no esperaban de usted.
  3. Evite pasar el día con ese sentimiento, arréglese con la otra persona; de lo contrario su interior sufre y afecta tus decisiones.
  4. Trabaje en reconocer sus emociones para controlarlas.
  5. Apártese con prudencia de una situación de conflicto, cuando no tenga una actitud apacible y reconciliadora que aporte a la solución, si es el caso.
  6. Haga uso de palabras de edificación, positivas, afectuosas, comprensibles para apagar el fuego de la ira.
  7. Acepte el fracaso y la caída como una oportunidad para levantarse, reconociendo que las dificultades existen y cuando aparecen es un camino que se abre para enfrentarlas, superarlas y fortalecerse; a la dificultad se debe enfrentar con un estado emocional tranquilo.
  8. Evite murmurar, juzgar, hablar mal del otro, para disipar contiendas.
  9. Evite el orgullo. Este es un sentimiento que lo hace sentir superior al otro y vivir creyendo ser mejor que los demás. Una actitud orgullosa promueve la individualidad y la ofensa; en todo tiempo vamos a necesitar a otros para seguir adelante; el ser humano es social.
  10. Practique el perdonar al ofensor; el perdón es el antídoto contra el orgullo, el alimento para la humildad y un valioso aliado de la amistad, el entendimiento y el liderazgo.

Conclusión final

Venza la ira renunciando a tenerla. Deje la ira y deseche el enojo, practique acciones de paz y entendimiento.

Más información
www.sanitas.eswww.redsalud.uc.cl

 

Comentarios

  • muchas personas sufren de rabias e iras y no le prestan atención, ya sea por su trabajo, por el la vida difícil en estos tiempos, pero estos artículos ayudan mucho a entender lo que les pasa ......me gusto mucho muchas gracias rubiela s. de orocú Rubiela

Enviar comentario

0 / 280