Autora: Dra. Gilma E. Garrido

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Categoría: Biotendencias

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Cuidar el agua debe ser una actitud para toda la vida

Cuidar el agua debe ser una actitud para toda la vida

Hemos oído hablar que se acerca el fenómeno del Niño y que la sequía en el territorio colombiano, por lo menos al final el 2014 y durante los tres primeros meses de 2015, será un hecho. Por eso el llamado nacional es al ahorro.

“El ser humano no puede impedir que ocurran El Niño o La Niña, pero sí contribuye a su intensificación al no proteger los recursos naturales”, asegura Leonardo Sáenz, director de Eco-hidrología de Conservación Internacional.

Pero, ¿cómo lograrlo si no existe una cultura para hacerlo? Conseguirlo es posible con el fin de disminuir el impacto, para ello es necesario considerar que:

Cuidar el agua debe ser una actitud permanente, «esté o no El Niño».

Ahorrar el líquido convendrá al país en unos cuatro meses, cuando se desarrolle el fenómeno, el cual coincide con la primera temporada seca del año.

Es indispensable prever las situaciones venideras que incluyen incendios forestales y disminución de los niveles de los ríos.

Se debe planear un mejor manejo integrado de las cuencas para lograr un adecuado tratamiento de las aguas superficiales y subterráneas

Todos somos responsables de que los pozos de aguas subterráneas se recarguen en el futuro a través de un manejo eficiente de la cuenca y un buen control de la extracción.

Implementar infraestructura hidráulica en los lugares más vulnerables a los cambios climáticos restaurará los bosques de niebla y así se protegerán los páramos.

“Cuidar el recurso natural es ‘garantizar’ que no existan amenazas de racionamiento energético; para ello todos debemos ahorrar agua de tal manera que, si se presenta el intenso fenómeno de El Niño, el agua de los embalses nos alcance hasta que retornen las lluvias”, asegura Sáenz.

Por qué la sequía y el fenómeno de El Niño

Las condiciones atmosféricas actuales se derivan de la variabilidad climática (difícil predicción) que se presenta cada tres a siete meses en países, como el nuestro, donde en los periodos secos se habla del fenómeno de El Niño, y en tiempo con mayor intensidad de lluvias de La Niña.

Dichos eventos, generados con la energía que producen los océanos y la atmósfera, se intensifican gracias a los efectos del cambio climático.

«En Colombia, que es un país montañoso pero tiene playas y valles interandinos, la mayor parte de la humedad viene del Pacífico, la Amazonía o la Orinoquía. Parte de esa humedad de la Orinoquía se queda en los Andes Orientales y otra parte pasa a la cuenca del Magdalena. Por esa razón, el país tiene una climatología compleja», concluye Sáenz.

Más información
ideam.gov.co

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