Autora: Dra. Gilma E. Garrido

Fecha:

Categoría: Nutrición al Día

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¡Cocinar con los niños por su salud!

¡Cocinar con los niños por su salud!

Puede ponerlos a picar la fruta, desgranar las arvejas, esparcir la mantequilla, agregar los condimentos o adicionar los huevos a una receta. Cuando los chicos cocinan bajo sus indicaciones y vigilancia, esta labor se convierte en un interesante recurso para desarrollar en ellos hábitos de alimentación más saludables.

Un reciente estudio del centro de investigación de la multinacional de alimentos Nestlé, en Lausana (Suiza) determinó la importancia de la participación de los niños en las labores culinarias, especialmente cuando preparan sus propios alimentos. Según la exploración, los chicos que ayudan a papás a cocinar comen 76% más ensalada y un 27% más de proteína que aquellos que no lo hacen.

“Involucrar a los menores en la preparación de los menús ayuda a desarrollar hábitos de alimentación más saludables, estrecha los lazos entre padres e hijos, aumenta los sentimientos positivos y la autoestima”, describe la investigación.

Ventajas en ‘cocción’

Los niños suelen hacer de esta actividad una gran aventura y, al mismo tiempo, así se logra que:

  • Consuman significativamente más verduras que quienes no están involucrados en la cocina.
  • Tengan mayor autonomía y criterio para escoger los alimentos más beneficiosos para ellos.
  • Ingieran la totalidad de las porciones que se les sirven.
  • Eleven su autoestima y sientan emociones más positivas y orgullo de sí mismos.

«Los resultados sugieren que la participación de los niños en la cocina podría ayudar a aumentar en ellos el consumo de vegetales y a que ellos desarrollen la predilección por preparaciones más sanas que antes no les llamaban la atención», asegura la nutricionista Klazine van der Horst, quien dirigió el equipo de científicos que llevaron a cabo el estudio.

El ‘hervor’ del experimento

Cuarenta y siete padres, acompañados de un hijo o hija con edades comprendidas entre los seis y los diez años de edad, prepararon una comida hecha de varios ingredientes, entre ellos empanadas de pollo, ensalada, coliflor y pasta.

La mitad de los niños participantes se involucraron en la elaboración de los platos, principalmente desmenuzando el pollo a desgranando mazorcas, mientras que los otros jugaban cuando sus padres cocinaban. Los niños que cocinaron junto a uno de los padres comieron más ensalada y más pollo.

Los nutricionistas que participaron en el estudio dijeron que también hubo una correlación entre la longitud total de tiempo dedicado a la preparación de la comida y el tiempo invertido en consumir la misma, así como el nivel de disfrute expresado, lo cual sugiere que los niños que pasan mucho tiempo en la cocina también pasarán más tiempo en la mesa y disfrutarán mucho más de la experiencia de comer.

Los científicos que lideraron el estudio aseguraron que el aumento del consumo de ensalada en quienes ayudaron a cocinar el alimento, podría tener su explicación en el hecho de que los niños pudieron elegir más libremente los distintos ingredientes que se incluirían en esta.

En resumen, siempre y cuando se tomen todas las medidas de seguridad y prevención, niños: ¡A cocinar!

Más información
www.nestle.com.co

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