Autora: Dra. Gilma E. Garrido

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Categoría: En Tratamiento

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Alimentar e hidratar, la dupla perfecta para su piel

Alimentar e hidratar, la dupla perfecta para su piel

Comer de manera adecuada y tomar suficiente líquido son dos secretos imprescindibles para lucir una piel bella, sana y luminosa durante las vacaciones de verano y después de ellas. ¿Cómo preparar la piel para las vacaciones y prevenirla de riesgos innecesarios? Le comentamos cómo logarlo con la asesoría de la dermatóloga María Isabel Fuentes.

Irse de viaje y regresar con una piel más bella es posible gracias a cuidados sencillos. Se recomienda tomar mucha líquido (la Organización Mundial de la Salud recomienda tomar 2 litros de agua diariamente, sin embargo la cantidad puede variar según la edad y la actividad física que se tenga) y evitar el exceso en azúcar y sal para cuidarse de la inflamación o retención de líquidos. Por su parte la alimentación también juega un papel fundamental en este proceso.

Coma bien y luzca radiante

Evitar los rasgos de cansancio de la piel (envejecimiento, resequedad y arrugas) se logra con el consumo de productos con sustancias antioxidantes. Algunos alimentos recomendados son:

  • Vegetales verdes.
  • Pescados.
  • Frutas ricas en este componente (moras, fresas, uvas, frambuesas y arándanos, entre otras).

Se sugiere no consumir frutas que aceleren la pigmentación de la piel, como las ácidas.

Tome agua y protéjase

La piel necesita mantener una estructura íntegra en su superficie para protegerse de sus principales agresores: los rayos solares, la sal del mar o el cloro de las piscinas; por eso la calidad de la hidratación de la piel es un factor esencial para su función adecuada; para ello es importante:

  • Aplicar hidratación tópica cada vez que la piel esté expuesta a alguno de estos factores es una acción importante.
  • Contribuir a que la superficie de la piel esté homogénea y de esta forma pueda lucir bella y luminosa, la cual se consigue con la hidratación profunda, de lo contrario, empieza a disminuir la protección natural de la piel y pueden aparecer problemas como resequedad y mayor tendencia a las quemaduras, aspectos relacionados con una piel no cuidada.

Tratamientos alternativos

Los meses previos a las vacaciones de verano deben estar acompañados de cuidados especiales para proteger la piel para prevenirla de machas después del sol y un envejecimiento acelerado producto de la sobre exposición al sol. Para ello se recomienda:

  • Preparar la piel de adentro hacia afuera y protegerla para conservarla joven y reluciente durante mucho tiempo son algunas necesidades de toda amante de la belleza.
  • Usar bloqueador solar, gafas o sombreros son imprescindibles también.
  • Acudir a tratamientos realizados en cabina proporcionan a la piel un nivel de hidratación máximo que la prepara para la temporada de vacaciones.
  • Evitar los tratamientos despigmentantes como peeling agresivos, láser o cualquier tipo de procedimiento que produzca fotosensibilidad, antes de tomar el sol.
  • Continuar con el ritual de hidratación, aunque con mayor intensidad, aplicándose crema hidratante dos veces al día y focalizando el cuidado en algunas zonas faciales que son muy sensibles a los agentes agresivos del verano, como el contorno de ojos, el cuello y el escote.

“Para el cuerpo se pueden usar productos que aceleren el proceso de bronceado y de esta forma disminuir el tiempo de exposición solar; lo importante es evitar riesgos innecesarios para la piel y lograr ese tono luminoso y con bronceado homogéneo que hace parte de los deseos estéticos de quienes se exponen al sol”, explica la doctora Fuentes.

Recomendaciones a flor de piel

Una piel tersa, suave y sana es sinónimo de vitalidad. Algunos consejos naturales pueden ayudarle a mantenerla sana tras la exposición al sol.

Baños de leche: la lactosa tiene propiedades que producen colágeno, reafirma, flexibiliza, suaviza e hidrata la piel. Llene la bañera con agua caliente, disuelva en 4 o 5 litros de agua, leche en polvo, y agréguelos a la tina. Permanezca en ella por 20 minutos y enjuáguese con agua tibia.

Gel de lavanda: prepárelo al baño maría con 300 gramos de vaselina, 2 cucharadas de aceite de almendras dulces, 2 cucharadas de flores de lavanda y 2 cucharadas de flores de manzanilla. Cuele y guarde en un recipiente bien cerrado. Aplíquelo frío con suaves masajes.

Gel de sábila (aloe vera): el gel se extrae al dejar una penca de la planta remojada en agua toda la noche. Al día siguiente se corta por el medio para poder extraer los cristales en forma de gel raspándolos con un cuchillo. Se esparce como una crema por la piel, se deja por unas horas y se enjuaga.

Jugo de limón con azúcar: mezcle el jugo de 2 limones con 1 cucharada de azúcar y cuando obtenga una pasta cremosa frótela en manos y pies; es uno de los remedios naturales más eficaces para limpiar y refinar la piel.

Mascarilla de zanahoria y yogur: licúe una zanahoria con un poco de yogur hasta que tome consistencia de crema, luego aplique la preparación con masajes sobre las partes de la piel que quiere aliviar.

Aceite de mandarina: reduce la aparición de marcas producidas por la tirantez de la piel cuando no está bien humectada. Mezcle la sustancia con unas pocas gotas de aceite de oliva para diluirla. Frote sobre las marcas y deje actuar por lo menos toda la noche.

Crema de caléndula: se recomiendan para aliviar las quemaduras de la piel.

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