Autora: Dra. Gilma E. Garrido

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Categorías: Medicina BiológicaTu Salud

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Medicina integrativa

Medicina integrativa

En nuestra estresada vida de actual, el cuerpo debe usar todos los recursos a su alcance para mantenerse balanceado. Más aún, hay muchos factores que amenazan con perturbar el proceso propio de regulación del organismo para restablecer su equilibrio.

Estos incluyen las toxinas de nuestro medio ambiente y de nuestra alimentación, potenciados por la agitada vida que tenemos, las alteraciones del sueño y de los ciclos de vigilia (llamado el reloj biológico), así como las influencias de un débil o lento sistema inmunológico.

En las últimas centurias, la medicina moderna ha avanzado rápidamente y ha logrado grandiosas innovaciones en el tratamiento de muchas enfermedades, sobre todo en tratar de reducir la causa de éstas a una enzima o a un receptor defectuoso en una célula.

En palabras de John Holland:

 “durante los últimos 400 años la ciencia ha avanzado gracias al “reduccionismo”. La idea es que se puede entender el mundo y toda la naturaleza, mediante el estudio de las piezas más pequeñas…, y una vez se ensamblen todas esas diminutas piezas se explicará todo”1.

Esta idea de reducir todas las cosas hasta una enzima o lo más mínimo, ha sido cuestionada por la ciencia en la última década, dentro de una tendencia que ha comenzado a ver la enfermedad como un proceso más complejo. Por lo tanto, la medicina integral o integrada se utiliza para describir este enfoque de la enfermedad2.

En la medicina biorreguladora, como en la medicina sistémica, el médico trata de entender todos los factores que han confluido para desencadenar el desequilibrio o causa de la enfermedad. De esta forma podrá hacer frente a tal objetivo de manera multidisciplinaria; esto significa no solo trabajar en la enzima o el receptor causante, sino en todo el engranaje, en el cuerpo completo.

Este procedimiento o método se hace a menudo de una manera integradora, con una combinación de medicamentos, como antihomotóxicos, y medicamentos homeopáticos, junto con la intervención de la dietética, bacterias beneficiosas del intestino, vitaminas y minerales, e incluso, cuando fuera necesario, también de la medicina convencional.

Medicamentos elaborados a partir de las esencias de las plantas serán una buena elección en este tipo de medicina integral. Lo anterior debido a que las plantas se componen de cientos de sustancias individuales que hacen posible una sinergia de las distintas partes de la red en el tratamiento para impactar efectivamente las áreas desequilibradas del organismo3.

Otro enfoque común de la medicina convencional ha sido sólo tratar los síntomas de una enfermedad. Sin embargo, en la última década esta orientación ha estado en la mira de médicos alemanes.

Como Hans Heinrich Reckeweg, quienes han expresado que la enfermedad es una manifestación de un evento que ocurre cuando el cuerpo se defiende contra un desequilibrio; que este desequilibrio es causado por una bacteria, una toxina presente en el medio ambiente, o incluso un episodio de estrés psicológico, y que los síntomas por sí mismos no deben ser suprimidos4.

Con la medicina dirigida a la biorregulación, el médico tratará de apoyar este sistema de defensa de una manera sutil, sobre todo con los medicamentos especiales antihomotóxicos, que están diseñados para apoyar y activar las redes de regulación del cuerpo y tratar la enfermedad de la misma forma que éste lo haría.

Los medicamentos se aplican en tres pilares: (i) la desintoxicación y el drenaje, lo que significa la movilización de las toxinas de los tejidos y la evacuación fuera del cuerpo; (ii) inmunomodulación, que es el soporte de nuestro sistema inmunológico; y, finalmente, (iii) el apoyo de células y tejidos para la función y el metabolismo adecuados de los órganos.

El tratamiento antihomotóxico está diseñado para prevenir la progresión de la enfermedad, así como para fortalecer el cuerpo y sus sistemas normativos propios de una manera natural, razón por la cual se denomina medicina biorreguladora.

Con la visión moderna de la enfermedad, la medicina convencional se ha acercado a las opiniones de los médicos que practican la medicina biológica y, en especial, la medicina para la biorregulación, para integrar estos dos mundos de una manera científica y acertada.

Referencias
1. Holland J. Emergence, From Chaos to Order, Oxford, UK, Oxford University Press, 2000.
2. Del Sol, A.; Balling, R.; Hood, R.; Galas D., Current Opinion in Biotechnology, 2010; 21 (4): 566-571.
3. McChesney JD, et ál., Plant products: Back to the future or into extinction? Phytochemistry 2007; 68: 2015-2022.
4. Smit A, et ál. Introduction into Bioregulatory Medicine, 2010, Thieme Stuttgart.

POR: Alta Smith, MD*

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