Autora: Dra. Gilma E. Garrido

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Categorías: Medicina BiológicaTu Cuerpo y Alma

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3 pasos para la desintoxicación

3 pasos para la desintoxicación

El estrés, la mala alimentación y las emociones no expresadas saturan el organismo de toxinas. El Detox® es una nueva alternativa que combina la nutrición saludable con el yoga y la meditación, para liberarse de ellas en forma natural.

La agitada vida de hoy, sumada a la mala alimentación y al sedentarismo, provoca altos niveles de impurezas en el organismo y son el caldo de cultivo perfecto para la gestación de enfermedades tan complicadas de tratar como el cáncer o cualquier alteración del sistema inmunológico.

Para evitar que el cuerpo llegue a sufrir un colapso, la medicina biológica sugiere la necesidad de darle ‘vacaciones’ de vez en cuando y limpiarlo de las impurezas que se acumulan con el paso del tiempo.

El Detox®, o terapia de desintoxicación, es una combinación de tres disciplinas que se practican juntas en períodos que van desde de ocho días –para principiantes–, hasta dos meses –para los más experimentados en la vida sana–.

Enseñar de la experiencia

Aunque esta práctica es milenaria, pues comer bien, practicar la meditación y hacer yoga son disciplinas con resultados comprobados, la mezcla de las tres, con rutinas de ejercicios y recetas establecidas conforman una novedosa tendencia de fortalecimiento corporal y mental creada por la estadounidense Zarah Kravitz.

Ella era una actriz de teatro cuya experiencia la llevó a convertirse en vegetariana a los 13 años; luego, decidió estudiar nutrición y terminó cambiando su profesión por la de guía de quienes quieren vivir mejor.

“Decidí modificar mi estilo de vida a causa de una infección que adquirí. Primero dejé de comer pollo y cerdo, y hace cuatro años suprimí el pescado”.

Kravitz investigó acerca de nuevas alternativas para que el vegetarianismo dejara de ser una opción sosa y aburrida, reducida a las ensaladas y al arroz integral.

Así, encontró la tendencia de raw food, o comida cruda, que abarca opciones variadas de sopas, quesos, vegetales, frutas, nueces, cereales y jugos verdes. La incorporación de este estilo sano de alimentación le dio el primer argumento para el inicio de la terapia de desintoxicación.

1. Limpieza alimentaria

El Detox® comienza con una evaluación nutricional del paciente, a quien se le elabora una guía práctica de comida, de acuerdo con su estilo de vida y costumbres. El proceso es gradual y en él hay que dejar de lado, primero, la comida procesada, harinas artificiales, carne de res y lácteos.

A los tres días de suprimir estos alimentos, se pasa a una dieta líquida durante los tres siguientes, en la que predominan el agua y los jugos a base de frutas o verduras crudas.

Al ingerir solo líquidos, asegura la experta, las células comienzan a desintoxicarse. Los siguientes tres días, poco a poco, los pacientes empiezan a consumir de nuevo comida cruda y algunos productos cocinados como tofu o quinua, que van acordes con la sensibilidad del estómago, después del cambio al que ha sido sometido.

Esta limpieza, además de hacer bajar de peso y energizar el organismo, aumenta los niveles de alcalinidad del pH, es decir, lo balancea. Esto redunda en disminución de resfriados, y evita que se desarrollen dolencias crónicas como diabetes, herpes y virus adquiridos por las bajas defensas.

2. El yoga como soporte

A la par con la dieta, los pacientes también se someten a unas intensas rutinas de yoga, con posturas específicas que ayudan a oxigenar la sangre y a comprimir, desde afuera, los órganos.

Estos movimientos, acompañados de ejercicios de respiración profunda, fuerte transpiración y relajación, contribuyen a que el cuerpo suelte el control y se libere de presiones y cargas emocionales que tradicionalmente soporta.

3. Meditación, complemento perfecto

La práctica de la meditación, en tercer lugar, es el complemento perfecto para que la mente asimile el fuerte proceso Detox®, pues activa los sentidos y hace que la limpieza sea aceptada por el organismo.

“La meditación conecta lo físico con la conciencia y los pensamientos, y, al final, funciona igual que cuando se limpia la casa: todo queda brillante, reluciente, y hay sensaciones de satisfacción y placidez”, enfatiza la experta en nutrición y maestra de yoga.

Kravitz viaja por el mundo dictando sus talleres y hace unos meses estuvo de paso por Colombia, donde asesoró a los afiliados al Centro de Bienestar Yogis en Bogotá.

De cualquier forma, aunque durante el proceso pueden experimentarse cambios físicos como alergias, diarrea, estreñimiento, mal aliento o sudoración, los beneficios a largo plazo son innumerables.

Si se practica periódicamente, aumentando cada vez más el número de días que dure la terapia, el paciente conseguirá tener una vida larga, sana y feliz.

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